Buscar la paz mental es algo que todos desean, y en este plano un gran número de mujeres a diario practican yoga con el fin de encontrar ese justo equilibrio.
Sin embargo, esa no es la única forma de acceder a esa armonía interna, ya que un estudio realizado por el psicólogo estadounidense James Ambler de la Universidad del Norte de Illinois, sostiene que las prácticas sadomasoquistas podrían generar estados de conciencia iguales a los que se consiguen a través de la meditación.
Este experimento consistió en reunir a 14 personas que disfrutaban al recibir como al provocar dolor durante las relaciones sexuales. En tal instancia los roles fueron entregados al azar.
En dicho análisis, los participantes que desempeñaron el papel de “receptores de dolor” presentaron estados de conciencia alterados, lo cual explica por qué para algunas personas resulta tan atractivo ser atados, golpeados o sometidos durante los encuentros carnales.
Asimismo, el especialista sostiene que al colocarse en dicha situación, los masoquistas reducen algunas funciones de la corteza cerebral, en una región vinculada con el control ejecutivo, la memoria de trabajo y otras operaciones de alto nivel. Así, el cerebro recibe descargas de endorfinas. Algo similar a lo sucedido mientras se está dormido, al estar bajo el efecto de algunas drogas o realizar ejercicios de concentración.
“El resultado acá es muy similar a lo que se obtiene mediante el yoga y otras técnicas de meditación”, manifestó el psicólogo. del mismo modo, el profesional a cargo del estudio indicó que las personas que practican estas disciplinas se caracterizan por relaciones profundas y mucho más estables.
“Las conclusiones del estudio no me sorprenden. Siempre he pensado que el masoquismo en relación con el sexo es equiparable a un éxtasis espiritual: una forma de vencer el dolor, convirtiéndolo en placer. Lo mismo que la filosofía ha buscado a lo largo de la historia”, afirma el experto.
Si incluso en el prólogo de la novela erótica de la escritora francesa Pauline Réage publicada en 1954, Historia de O se habla del tema, donde se asemeja a esta práctica con el misticismo. Asimismo, en tal ejemplar se indica que el masoquismo logra dominar el dolor mediante un proceso espiritual complejo.
De alguna manera, encontrar dicha en la sumisión y el dolor, constituye una especie de superioridad mental que no todos logran alcanzar, dice el profesional. “Es trascender nuestro lado humano, es ser dominado para obtener un mayor dominio de uno mismo”, finaliza.