Es una de las preguntas que se hace la gran mayoría de las mujeres que luchan por tener un peso saludable.

“Gran parte de los atracones tiene que ver con un alto nivel de ansiedad, la cual puede ser ocasionada por largos periodos de ayuno y alimentación inadecuada. Finalmente, afectando en el peso de la persona”, explica la nutricionista Tatiana Bravo, quien nos da los siguientes consejos para evitar comer descontroladamente:

1. Realizar entre 4 a 5 comidas diarias

Las cuatros comidas principales más una colación a media mañana con intervalos de  3 a un máximo de 4 horas. De esta manera se mantienen estables los niveles de glicemia y se evitan episodios de hambre excesiva. Saltarse una de estas comidas  puede producir mucha ansiedad y hambre para la siguiente.
 

2. Beber, idealmente, dos litros de líquidos durante el día

Los  líquidos calientes nos ayudan a disminuir los niveles de ansiedad, evitando episodios de hambre constante y de comer a  deshoras. Intentar consumir líquidos sin calorías. Preferir infusiones de hierbas, té, café, mate o limonada.

3. Comenzar el almuerzo y  la cena con un plato bien abundante de verduras

Incluir verduras crudas  y/o cocidas antes del plato principal nos ayuda a tener una mayor sensación de saciedad y para aquellas personas que les cuesta consumir este tipo de alimentos, buscar recetas innovadoras como sopas, guisos, tortillas o snacks de palitos de verduras.
 

4. Incluir en cada comida algo de proteína magra

Carnes como posta negra, pollo ganso, punta de ganso, pollo, pavo, pescado o bien huevo. Comer estas proteínas genera mayor saciedad y permite llegar a la próxima comida con menos hambre.
 

5. Tener hábitos de alimentación

Comer en un lugar tranquilo, sentado, sin distracción (TV, celular, computador). Comer lento, ya que la señal de saciedad se demora aproximadamente 30 minutos en actuar a nivel cerebral.

6. Programar por anticipado la comida no habitual

Tener en cuenta que si se va a realizar una comida más calórica de lo habitual, no consumirla en la noche, ya que el metabolismo basal disminuye, produciendo una baja del gasto energético por ende, esta comida podría ser almacenada en forma de grasa.

7. Descansar

No dormir las horas suficientes puede modificar los niveles de las hormonas encargadas de regular el hambre.
Evitar la monotonía: intentar variar la alimentación, probar preparaciones nuevas y atractivas tanto para el paladar como para la vista.

8. Dedicar tiempo a actividad física

Es fundamental elegir un ejercicio o deporte que resulte placentero, ya que se producen endorfinas que ayudan a disminuir la ansiedad.