Una fiscalización de la Dirección del Trabajo, permitió descubrir que en un fundo de San Antonio se encontraban trabajando 10 obreros agrícolas de nacionalidad boliviana en pésimas condiciones laborales e higiénicas.
En el operativo donde también participó la gobernación de San Antonio y la PDI, se descubrió que estas personas estaban viviendo hacinados en un galpón con piso de tierra y sin las condiciones higiénicas mínimas.
Los funcionarios públicos llegaron hasta los fundos colindantes La Marquesa y El Ermitaño, en la zona de Leyda, en el límite de las provincias de San Antonio y Melipilla.
Fue en el segundo fundo donde se dio con diez trabajadores bolivianos que laboraban en la recolección de frutillas para la Comercial Armifrigo Limitada, cuyo dueño y representante legal es Claudio Armijo Carrasco, que en el año 2011 se vio involucrado en un caso similar con campesinos peruanos.
Durante el operativo fue posible entrevistar a diez trabajadores altiplánicos, aunque el propio administrador del predio, Francisco Pizarro Farías, informó que el grupo total está compuesto por una veintena.
Tanto la Gobernación Provincial como la PDI están chequeando la situación legal de los trabajadores.
En el momento de la inspección ellos solo exhibieron cédulas de identidad bolivianas, pero ningún otro documento que acredite si están habilitados para trabajar en Chile.
Laboralmente, el empleador tampoco pudo exhibir contratos de trabajo ni registros de asistencia y jornada, por lo que en el lugar no pudo acreditarse la formalidad del vínculo laboral. Por ello Armijo fue citado para mañana en la Inspección Provincial del Trabajo de San Antonio.
Sin embargo, el inspector provincial del Trabajo, Juan Carlos Galdames, adelantó que de todas formas se cursarán multas por informalidad laboral e incumplimiento de las normas de higiene y seguridad. Entre otras, por no habilitarse a los trabajadores una casa habitación higiénica, carecer de comedores reglamentarios y no contar con servicios higiénicos en condiciones sanitarias adecuadas.
Galdames relató que “las condiciones de higiene y seguridad son pésimas, precarias, en algunas casi infrahumanas; con baños malos, sin agua potable, sin duchas y comedores con palos y nylon”.
Además añadió que “se pudo ver los galpones habilitados como habitación para los trabajadores y en un punto había un matrimonio boliviano que estaba durmiendo en condiciones en las que ninguna persona se merece vivir, con precariedad y suciedad”.
Finalmente, la gobernadora provincial, Gabriela Salazar, dijo que “no es posible que tengamos trabajando y cumpliendo una jornada laboral en estas condiciones ni a extranjeros ni a chilenos”, sentenció.