No es raro sentir frío en esta época del año, sobre todo en esos días donde las temperaturas bajan más de lo habitual. Sin embargo, hay personas que tienen esta sensación de forma permanente, pese a que sus pares no se sientan de la misma manera.
Aunque la sensibilidad anormal al frío no es un trastorno en sí, puede ser indicio de algún padecimiento. Por ejemplo, de una condición poco conocida, llamada Fenómeno de Raynaud, la cual se caracteriza por una disminución de la circulación sanguínea en los dedos de las manos y pies, produciendo un fuerte dolor y cambios de coloración en dichas localizaciones, tal como les contamos en una nota anterior de BioBioChile.
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Pero ésta no es la única razón. La doctora Holly Phillips, colaboradora médica de la cadena CBS News y autora del libro The Exhaustion Breakthrough, indicó otras causas a la revista especializada en salud Health.
1. Eres demasiado delgada
Cuando tu índice de masa corporal (IMC) es menor a 18,5 es probable que estés con bajo peso. Esto puede hacer que sientas más frío que tus pares, al carecer de un adecuado nivel de grasa corporal para aislar las bajas temperaturas, señala Maggie Moon, nutricionista estadounidense.
Además, algunas personas con IMC bajo, han llegado a esta situación reduciendo su ingesta de alimentos, lo que puede hacer más lento el metabolismo y como resultado, no generar el suficiente calor corporal. Si es tu caso, considera aumentar de peso, consumiendo alimentos saludables.
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2. Puedes tener problemas de tiroides
“Tener frío siempre es un signo revelador de hipotiroidismo, lo que significa que tu tiroides no secreta suficiente hormona tiroidea” comenta Phillips, añadiendo que sin el nivel adecuado de esta hormona, tu metabolismo se ralentiza, lo que impide que tu cuerpo produzca el calor adecuado.
Si además de frío constante, tu cabello se ve más delgado, tu piel está seca y tienes fatiga, debes ir al médico, porque éstos son otros síntomas de hipotiroidismo.
3. Te falta hierro
Cuando tus niveles de hierro están bajos puedes sentir frío constante. Esto pasa porque el hierro es un mineral clave, que ayuda a que los glóbulos rojos transporten oxígeno a todo el cuerpo, llevando calor y otros nutrientes a las células, indica Phillips. Por eso cuando no tienes suficiente hierro, los glóbulos rojos no pueden hacer bien su trabajo.
Además, el hierro también es crucial, ya que una deficiencia puede causar problemas en tu tiroides, conduciendo a hipotiroidismo, lo que como explicamos en el punto anterior, también conduce a sentir frío.
Si es tu caso, los suplementos de hierro pueden ayudarte, pero la mejor opción es aumentar tu ingesta de este nutriente a través de una dieta saludable que incluya carne, huevos, vegetales de hojas verdes, y mariscos, señala Moon.
4. Tienes mala circulación
Si es común en ti tener los pies y las manos heladas, puedes tener un problema de circulación, que impide que la sangre fluya a tus extremidades.
La doctora neoyorquina Margarita Rohr, dice que esto puede ser una señal de que tu corazón no está bombeando sangre con eficacia, o que una obstrucción de las arterias impide que la sangre llegue a tus dedos de manos y pies.
Phillips, en tanto, señala que fumar también puede provocar problemas de circulación, ya que constriñe los vasos sanguíneos. Otra posibilidad, como les adelantamos, es una condición llamada enfermedad de Raynaud, la cual se caracteriza por una disminución de la circulación sanguínea en los dedos de las manos y pies, produciendo un fuerte dolor y cambios de coloración en dichas localizaciones. Este malestar se desencadena por cambios bruscos a temperaturas bajas y en situaciones de estrés.
5. No duermes lo suficiente
“La falta de sueño puede causar estragos en el sistema nervioso, afectando los mecanismos cerebrales que regulan la temperatura corporal”, indica Phillips.
Esto se produciría porque hay una reducción de la actividad en el hipotálamo, el panel de control del cerebro donde se regula la temperatura corporal.
Además, cuando duermes poco tu metabolismo se ralentiza, lo que también puede hacer producir menos calor, dice Phillips.
6. Estás deshidratado
Moon dice que el cuerpo humano está compuesto de agua en hasta un 60% y ésta ayuda a regular la temperatura corporal.
Por lo tanto, si no te hidratas de forma adecuada, tu cuerpo tendrá menor capacidad de mantener la temperatura. Con menos agua, tu cuerpo es más sensible a las temperaturas extremas.
Además, el agua ayuda a impulsar el metabolismo, el cual -como ya sabemos- produce menos calor cuando se ralentiza.
7. No consumes suficiente vitamina B12
“El cuerpo necesita vitamina B12 para producir glóbulos rojos, que transportan el oxígeno a través de tu sistema. No tener suficiente puede llevar a la anemia por deficiencia de B12, o a un recuento bajo de glóbulos rojos, lo que desata el frío crónico”, dice Moon.
La deficiencia de B12 puede ser causada por una mala alimentación. Si es tu caso, trata de comer más productos de origen animal, como carnes, pescado, y productos lácteos.
Sin embargo, a veces los niveles bajos de esta vitamina son provocados por un problema de absorción. Si tu dieta es rica en vitamina B12 pero aún así sientes frío en forma recurrente, consulta a tu médico.
8. Eres mujer
“En general, las mujeres son mejores para conservar el calor que los hombres. Con el fin de hacer esto, los cuerpos de las mujeres están programados para mantener el flujo sanguíneo en los órganos vitales como el cerebro y el corazón”, dice Rohr, añadiendo que esto último dirige el flujo de sangre hacia estos órganos y lo aleja de zonas menos vitales como las manos y los pies.
Además, un estudio de la Universidad de Utah determinó que aunque las mujeres tienen una temperatura corporal ligeramente superior a la de los hombres, sus manos eran en promedio, 2,8º más frías.
9. Tienes diabetes
Los diabéticos que no controlan su enfermedad, pueden desarrollar una condición llamada neuropatía periférica, que afecta la sensación de las manos y los pies, dice Rohr.
Al ocurrir esto, se experimenta frío y a veces dolor en manos y pies, “puesto que estos nervios son también responsables de enviar el mensaje al cerebro sobre la sensación de temperatura”, señala la especialista.
Cabe destacar que la neuropatía diabética se desarrolla gradualmente, por lo que es posible que no te des cuenta que lo tienes.
10. Te falta masa muscular
Rohr señala que los músculos ayudan a mantener la temperatura corporal mediante la producción de calor, por lo tanto, si no tienes suficiente masa muscular, puedes sentir más frío. Asimismo, tener más masa muscular impulsa tu metabolismo.