El ministerio de Asuntos Exteriores español convocó este lunes al embajador de Venezuela en España para trasladarle su malestar “por los inaceptables insultos” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien llamó “sicario” al jefe de gobierno español, Mariano Rajoy.
“El gobierno español lamenta que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela recurra reiteradamente a afirmaciones irrespetuosas”, señaló el ministerio en un comunicado un día después de las declaraciones de Maduro.
“Rajoy es un sicario del pueblo”, dijo el presidente venezolano en una alocución televisada donde hablaba de una ley de seguridad y orden público aprobada por Madrid conocida como “ley mordaza” y muy discutida por la oposición que la considera un ataque a la libertad de expresión.
“¿Qué dirían si yo saco la ley del sicario Rajoy y la convierto en ley en Venezuela? Dirían dictadura, el fin del mundo, me llamarían de todo”, enfatizó.
“Para su tranquilidad, eso jamás va a ocurrir porque en Venezuela va a reinar la democracia”, añadió.
Estas declaraciones generaron malestar en Madrid, por lo que el Gobierno convocó al embajador venezolano por segunda vez en tres meses, la primera de ellas en abril después de unas declaraciones de Maduro llamando “racista” a Rajoy.
No obstante, Madrid también llamo a su embajador en Caracas a consulta.
“El embajador ha sido recibido por el director general para Iberoamérica, que le ha comunicado el firme rechazo y el malestar del gobierno español por las afirmaciones y calificativos injuriosos”, dijo el ministerio en un comunicado.
Las siempre difíciles relaciones entre Madrid y Caracas se vieron tensadas en los últimos meses por el apoyo de los dos grandes partidos españoles, conservadores y socialistas, a varios miembros de la oposición venezolana encarcelados o bajo arresto domiciliario.
La semana pasada, varios senadores españoles viajaron al país caribeño para intentar mediar en la crisis política en una visita que Maduro calificó de “irritante” y “vomitiva”.
Un mes atrás, el expresidente del gobierno español (1982-1996), el socialista Felipe González, se trasladó también a Caracas para participar como asesor en la defensa de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, aunque finalmente sólo pudo reunirse con este último, bajo arresto domiciliario.
A pesar de estas diferencias, el ministerio llamó en su comunicado a mantener “relaciones constructivas” con Venezuela, “fundamentadas en el diálogo y el respeto mutuo”.