Nota del editor: Esta nota contiene una actualización con la reacción de Fernando Villegas, quien explica la criticada frase y quita relevancia a la determinación de la librería. Puedes revisarla aquí.

La noche del domingo Tolerancia Cero de CHV, causó gran tema de conversación en redes sociales por una entrevista a Carmen Gloria Quintana, sobreviviente a ser quemada viva por ex funcionarios del Ejército en plena dictadura, y que costó la vida de Rodrigo Rojas De Negri, en 1986.

Sus crudas declaraciones fueron inmediatamente replicadas en Twitter, donde se posicionó entre los temas más hablados no sólo en Chile, sino que también en todo el mundo.

Pero no sólo lo que Quintana dijo fue lo impactó a la audiencia, sino también la actitud de uno de sus panelistas, Fernando Villegas, quien en todo momento restó méritos a la solicitud de justicia que hacía la víctima del denominado Caso Quemados.

Es así como uno de los diálogos, Villegas afirmó: “yo te diría que pasó la vieja no más (…) El país está en otra”, respecto a instar a dejar el “pacto de silencio” que hay dentro del Ejército y algunos civiles, que incluso el ex conscripto Fernando Guzmán Espíndola reconoció.

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Fue así como en de inmediato las quejas contra el panelista no se hicieron esperar, e hicieron su nombre de lo más comentado, con mensajes como:

Al mediodía de este lunes, y a raíz de las polémicas declaraciones en CHV, la sucursal de Qué Leo en Ñuñoa anunció su fin a la venta de los libros de Fernando Villegas.

Gonzalo Maza, dueño de Qué Leo Ñuñoa, comentó a BioBioChile que la determinación es sólo a nivel de sucursal, pues ellos cuentan con la licencia y no implica que sea para toda la cadena de librerías.

“(Sus declaraciones) de alguna manera van en contra de esto, que no es cualquier negocio. Me sentí súper impactado y la única posibilidad de protestar, era sacar sus libros, que son 4 títulos”, explicó Maza telefónicamente.

Si bien reconoció que su determinación puede leerse como una censura, a su juicio no lo es pues existe aún la posibilidad de adquirir sus libros en otras librerías.

Además, aun cuando los libros se mantenían entre los más vendidos, Maza confesó que ante tamaña forma de pensar del autor, el impacto económico era lo de menos.