El viernes 24 de julio, ocho vuelos no pudieron llegar ni salir del aeropuerto Carriel Sur del Gran Concepción, desde y hacia Santiago. 1.300 personas se quedaron sin viajar. Las instalaciones colapsaron durante horas, con muchos pasajeros indignados, esperando sentados en el suelo.
Esto no es algo nuevo, sino que ocurre constantemente, y es debido a que no se cuenta con un sistema adecuado que permita aterrizar cuando hay neblina o poca visibilidad en la zona.
Actualmente, la terminal aérea cuenta con el antiguo sistema ILS 1 para situaciones de escasa visibilidad. Éste debe ser reemplazado por el ILS 3, que es más moderno.
¿En qué consiste? El ILS, en palabras simples, “engancha” a las aeronaves en el aire, y las aterriza. El sistema que está operativo, el ILS 1, requiere aproximadamente 550 metros de visibilidad para ser usado sin riesgo.
En el caso del ILS 3, bastan alrededor de 50 metros horizontales de visibilidad que, en términos de aeronática, es casi cero en caso de niebla o neblina, frecuente en el lugar donde se construyó el aeropuerto, según explicó el jefe Andrés Murillo.
En 2014 se realizó una licitación para instalar el moderno ILS 3 y dejar atrás el obsoleto sistema que se utiliza actualmente. No obstante, ésta fue declarada desierta, porque el valor de ofertas excedió el presupuesto destinado.
Para poner en funciones el nuevo equipo, se necesita lo que llaman “obra complementaria”, una subestación eléctrica que se licitará en septiembre, con inversión de $1.500 millones, con 6
meses de ejecución de trabajos, cifra que muchos consideran como exagerada.
Además, para instalar el ILS 3 hay necesariamente que desconectar el antiguo, lo que significará que, en el mejor de los casos, los problemas van a continuar el próximo invierno y -siendo optimistas- lo tendremos operativo a mediados del 2017.
Así, Carriel Sur sigue esperando el ILS 3. Mientras no se instale, la inseguridad en los vuelos se mantendrá, y su despegue o aterrizaje dependerá de la neblina.
Cabe destacar que Carriel Sur solía ser el segundo aeropuerto en cantidad por movimiento de pasajeros, después de Santiago. Ahora, sólo con vuelos comerciales a la región Metropolitana, están antes que nosotros Antofagasta, Calama, Iquique, Puerto Montt y Punta Arenas. Desde 2013, cuando perdimos un tercio del total, las cosas van mal, y a pocos les importa.