El jamaicano Usain Bolt regresó a la competición tras superar sus problemas físicos y lo hizo con un triunfo con 9.87 en los 100 metros de la reunión de atletismo de Londres, del circuito de la Liga de Diamante, donde el ídolo local, Mo Farah, brilló sobrevolando los 3.000 metros.
Con un tiempo de -0,8 m/s, Bolt firmó el mismo crono en la final que en la serie que había tenido lugar poco antes, donde había tenido que hacer frente a un viento de -1,2 m/s.
El jamaicano demostró así su potencial a un mes del Mundial de Pekín y después de ser declarado baja en citas anteriores de la Liga de Diamante en París y Lausana, lo que habia disparado las alarmas sobre el estado real del ‘Relámpago’.
No fue todo lo perfecto que deseaba y hay detalles todavía por mejorar. Su salida no fue buena, con un tiempo de reacción mediocre (173 milésimas de segundo).
“Sí, tuve una mala salida. Tengo que trabajar eso, pero globalmente fue una carrera correcta”, comentó Bolt.
Al contrario que en la serie, donde rebajó su esfuerzo a 10 metros para la meta, en la final Bolt corrió al máximo hasta la línea.
El campeón olímpico y mundial dejó atrás a sus rivales en la segunda mitad de la carrera, para imponerse finalmente al estadounidense Michael Rodgers (9.90) y al también jamaicano Kemar Bailey-Cole (9.92), segundo y tercero respectivamente.
Bolt tiene todavía un mes para volver al máximo de su forma y poder ganar confianza antes del previsible gran duelo del Mundial de Pekín contra el estadounidense Justin Gatlin, el más rápido de este año (9.74).
“Quería correr más rápido, mi salida me frenó pero lo conseguí (ganar). Estoy preparado para ir allí (al Mundial de Pekín) y estoy preparado para ganar”, aseveró el jamaicano, que sólo había corrido un 100 metros en este 2015, en abril en una exhibición en Rio de Janeiro con un discreto 10.12.
Ídolo local
El otro gran protagonista del día en el estadio Olímpico era el fondista británico Mo Farah, que no decepcionó y se llevó el triunfo en los 3.000 metros, donde firmó además la mejor marca de la actual temporada (7:34.66).
Farah, doble campeón olímpico y mundial de 5.000 y 10.000 metros, consiguió además un nuevo récord personal en esta distancia.
Gracias a una última vuelta en 55 segundos, mejoró la mejor marca mundial de la temporada, que ostentaba el keniano Caleb Mwangangi Ndiku, que corrió en 7 minutos, 35 segundos y 13 centésimas en Mónaco, el pasado 17 de julio.
Mo Farah, cuyo entrenador estadounidense Alberto Salazar está en el centro de las sospechas tras un reportaje de la BBC que le apuntaba como promotor de prácticas dopantes, intentará conservar sus coronas mundiales de 5.000 y 10.000 metros en agosto en Pekín.
Los 3.000 metros no forman parte del programa mundialista.
Richardson derrota a Ortega
En los 110 metros vallas, el estadounidense Jason Richardson, campeón mundial en Daegu-2011, se impuso con un tiempo de 13 segundos y 19 centésimas.
Con un viento en contra de 1,5 m/s y en un momento en el que la lluvia acababa de dar una tregua, el subcampeón olímpico de 2012 superó en la pista londinense a sus compatriotas Ronnie Ash (13.26) y Aries Merritt (13.32), campeón olímpico y plusmarquista mundial (12.80).
El cubano Orlando Ortega, autor del mejor tiempo de la actual temporada (12.94), tuvo que conformarse con un quinto puesto (13.32).
En el resto de pruebas destacaron los éxitos del italiano Marco Fassinotti (2,31 metros) en salto de altura, de la estadounidense Natasha Hastings (50.24) en los 400 metros y del equipo de Estados Unidos en el relevos 4×100 metros femenino (42.32).
La prueba de salto con pértiga fue aplazado al sábado por la lluvia que cayó en la tarde-noche de la reunión.
El sábado se completará la reunión de Londres, que como es tradicional está dividida en dos jornadas.