El excomandante de uno de los peores centros penitenciarios de Rumania en la época comunista, Alexandru Visinescu, fue condenado este viernes a 20 años de reclusión, en el primer juicio de este tipo en el país, 25 años después de la caída del régimen totalitario.
A Visinescu, 89 años, juzgado desde septiembre por “crímenes de lesa humanidad”, se le acusaba de haber sometido a un “régimen de exterminación” a los detenidos políticos de la prisión de Ramnicu Sarat (este).
El exfuncionario, que no estaba presente en el tribunal en el momento en que se pronunció el veredicto, no irá a prisión de inmediato, pues dispone de 10 días para recurrir la sentencia.
Visinescu no quiso hacer comentarios al ser contactado por teléfono por la AFP.
“Mi cliente recurrirá muy probablemente esta decisión”, dijo por su parte a la AFP su abogada, Valentina Bornea, quien rechazó hacer más comentarios.
La fiscalía había solicitado 25 años de reclusión.
“Aunque sea tardía, esta condena representa una victoria moral para las víctimas de Visinescu”, celebró Anca Cernea, hija y nieta de presos de Ramnicu Sarat, y constituida en parte civil.
Al menos 14 detenidos políticos murieron durante su mandato, entre 1956 y 1963, en este “infierno del silencio”, donde cada preso estaba encerrado solo en una celda y no tenía derecho a hablar con nadie.
La acusación recopiló una larga lista de sufrimientos y humillaciones a las que se sometía a los detenidos, opositores al régimen comunista, entre los que se incluía aislamiento, frío, raciones insuficientes de comida, o golpes y terribles sanciones por la mínima falta disciplinaria.
Visinescu se justificó diciendo que solo había “obedecido las órdenes” de sus superiores y respetado las leyes en vigor.
Durante el juicio, no manifestó sus remordimientos ni pidió perdón a las víctimas en ningún momento.