Condenan a 76 ex miembros de la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de Sergio Arturo Flores Ponce (MIR), víctima de la denominada “Operación Colombo”.
El dictamen fue tomado por el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Crisosto Greiss.
En el aspecto civil, en tanto, el magistrado resolvió condenar al Estado de Chile a pagar una indemnización, por concepto de daño moral, de 100 millones de pesos al padre de la víctima.
En la resolución, el ministro Crisosto condenó en calidad de autores a la cúpula del aparato represor. De esta forma Manuel Contreras Sepúlveda, César Manríquez Bravo, Pedro Espinoza Bravo, Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchenko y Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, deberán cumplir con otros 13 años de presidio, que se suman a las penas que acumulan por diversos crímenes de lesa humanidad.
En tanto, deberán cumplir 10 años de presidio, también como autores, los agentes Gerardo Ernesto Urrich González, Gerardo Ernesto Godoy García, Ricardo Víctor Lawrence Mires, Ciro Ernesto Torré Sáez, Sergio Hernán Castillo González, Manuel Andrés Carevic Cubillos, José Nelson Fuentealba Saldías, Basclay Humberto Zapata Reyes, José Enrique Fuentes Torres, José Mario Friz Esparza, Julio José Hoyos Zegarra, Nelson Alberto Paz Bustamante, Claudio Orlando Orellana de la Pinta, Enrique Tránsito Gutiérrez Rubilar, Gustavo Galvarino Caruman Soto, Hiro Álvarez Vega, José Alfonso Ojeda Obando, Olegario Enrique González Moreno.
A ese listado se suman Orlando Jesús Torrejón Gatica, Rudeslindo Urrutia Jorquera, Alfredo Orlando Moya Tejeda, Carlos Alfonso Sáez Sanhueza, Fernando Enrique Guerra Guajardo, Hernán Patricio Valenzuela Salas, Hugo Rubén Delgado Carrasco, Juan Alfredo Villanueva Alvear, Juan Evaristo Duarte Gallegos, Lautaro Eugenio Díaz Espinoza, Leónidas Emiliano Méndez Moreno, Pedro Ariel Araneda Araneda, Rafael de Jesús Riveros Frost, Víctor Manuel Molina Astete, Manuel Rivas Díaz, Juan Ángel Urbina Cáceres, Risiere del Prado Altez España, Raúl Juan Rodríguez Ponte, Hermon Helec Alfaro Mundaca y Hugo del Tránsito Hernández Valle.
Asimismo, en calidad de cómplices del delito fueron sentenciados a penas de 4 años de presidio Luis Eduardo Mora Cerda, José Jaime Mora Diocares, Camilo Torres Negrier, Carlos Justo Bermúdez Méndez, Claudio Enrique Pacheco Fernández, Gerardo Meza Acuña, Héctor Raúl Valdebenito Araya, Jaime Humberto Paris Ramos, Jorge Laureano Sagardia Monje, José Dorohi Hormazábal Rodríguez, José Manuel Sarmiento Sotelo, José Stalin Muñoz Leal, Juvenal Alfonso Piña Garrido, Manuel Antonio Montre Méndez.
A esos nombres se agregan Máximo Ramón Aliaga Soto, Moisés Paulino Campos Figueroa, Nelson Aquiles Ortiz Vignolo, Nelson Eduardo Iturriaga Cortés, Pedro Segundo Bitterlich Jaramillo, Reinaldo Alfonso Concha Orellana, Sergio Hernán Castro Andrade, Víctor Manuel de la Cruz San Martin Jiménez, Gustavo Humberto Apablaza Meneses, Héctor Carlos Díaz Cabezas, Jorge Antonio Lepileo Barrios, Óscar Belarmino la Flor Flores, Rufino Espinoza Espinoza, Héctor Manuel Lira Aravena, Sergio Iván Díaz Lara, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Juan Miguel Troncoso Soto y Roberto Hernán Rodríguez Manquel.
Mientras que los agentes Luis René Torres Méndez y Fernando Adrián Roa fueron absueltos por falta antecedentes de participación en los hechos, según consigna el Poder Judicial en su sitio web.
Cabe recordar que Sergio Arturo Flores Ponce, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) con participación política en la Liga Comunista de Chile y estudiante de Filosofía en la Universidad de Chile, de 23 años de edad, fue detenido por agentes de la DINA el 24 de julio de 1974 en la esquina de Diagonal Paraguay con Portugal, en Santiago, siendo trasladado al recinto de reclusión clandestino de “Londres 38″.
La investigación explica que la última vez que la víctima fue vista en ese lugar por otros detenidos, ocurrió un día indeterminado de agosto de 1974, “sin que exista antecedente de su paradero hasta el día de hoy”.
La denominada “Operación Colombo” significó la desaparición de 119 personas, en su mayoría militantes del MIR que fueron ejecutados y que se incorporaron en una nómina de chilenos que se informó que salieron del país, realizándose publicaciones sobre su supuesta muerte a manos de sus propios compañeros de organización o en enfrentamientos con fuerzas de seguridad extranjeras.