El británico Chris Froome (Sky) se mantiene líder del Tour de Francia, con el colombiano Nairo Quintana (Movistar) segundo, tras la 17ª etapa del Tour de Francia, ganada por el alemán Simon Geschke (Giant), este miércoles en Pra-Loup.
En la primera de las cuatro etapas decisivas en los Alpes, Quintana atacó en varias ocasiones a Froome, pero al final entraron igualados en la meta, por lo que el colombiano sigue a 3’10″ del británico en la general.
El gran beneficiado de la jornada, no obstante, fue el español Alejandro Valverde, compañero de Quintana en Movistar, que dio un gran paso para acabar en el podio de París después de que el estadounidense Tejay Van Garderen (tercero en la salida) abandonase por enfermedad y de que Alberto Contador sufriese una caída en el descenso del Col d’Allos y perdiese en meta 2’10″ con respecto a su compatriota.
Tras la 17ª etapa, la general sigue encabezada por Froome, con 3’10″ sobre Quintana y 4’09″ sobre Valverde.
El galés Geraint Thomas es ahora cuarto a 6’34″, con seis segundos de ventaja sobre Contador.
Urán, tercero
El triunfo de etapa fue para Geschke, que formaba parte de una escapada de más de una veintena de corredores, y que se escapó poco antes de la subida al Col d’Allos y pudo llegar a la meta, con 32″ sobre el estadounidense Andrew Talansky (Cannondale) y 1’02″ sobre el colombiano Rigoberto Urán (Etixx).
La etapa, como es habitual, comenzó muy rápida, con muchos corredores intentando la escapada del día.
El primero en pagar ese ritmo alto fue Van Garderen, tercero en la salida de Digne les Bains, que se quedó descolgado en la primera dificultad montañosa del día, el Col des Lèques, unos 40 km después del inicio de la etapa.
El director deportivo del BMC Yvon Ledanois explicó a la televisión francesa que Van Garderen estaba enfermo, sin dar más explicaciones. El estadounidense llegó a enlazar de nuevo con el pelotón, pero volvió a descolgarse tras un ataque de Contador en el ascenso al puerto de la Colle-Saint-Michel.
Solo y sin fuerzas, Van Garderen acabó abandonando a 73 km de la meta.
Para entonces ya se había formado una escapada de 28 hombres, muchos de ellos habituales de las fugas y, como no, con el maillot verde, el eslovaco Peter Sagan, entre ellos.
Geschke sorprende
Al inicio del Col d’Allos, la principal dificultad de la jornada, la desventaja del grupo principal era de más de 10 minutos sobre el alemán Simon Geschke (Giant), que había atacado a sus compañeros de escapada kilómetros antes.
El alemán coronó con un minuto de ventaja sobre el francés Thibaut Pinot, que sufrió una caída nada más iniciar el difícil y temido descenso de Allos.
A unos dos km para la cima, Nibali atacó y Froome respondió en persona. Después lo intentó Quintana, pero el británico volvió a cazarle. Un grupo formado por estos tres corredores, más Valverde, Contador y Porte (que se descolgó de la fuga para ayudar a su líder), coronó el puerto con algo más de 9 minutos perdidos con respecto a Geschke.
Contador sufrió una caída en el descenso y tuvo que tomar la bicicleta de su compañero Peter Sagan, perdiendo contacto con el grupo del maillot amarillo.
El líder responde a los ataques
Valverde saltó en la parte final de la bajada y volvió a saltar a por él Froome. Este grupo no recortó diferencias con respecto a la cabeza de carrera, en la que Geschke tenía un minuto de ventaja con respecto a Talansky y algo más a Rigoberto Urán, suficiente para llegar vencedor a la meta de Pra-Loup.
Por detrás, Nairo lo volvió a intentar en un par de ocasiones en los últimos kilómetros del ascenso final, los más duros, pero Froome no le dejó escapar y ambos entraron juntos en la meta, con unos segundos de ventaja sobre Valverde y Nibali, que no aguantaron el último ataque de Quintana.