Kenzie Kilpatrick es un joven de 26 años, abiertamente homosexual, y quien está haciendo noticia por su irregular forma de ser padre a través de Facebook.
Ello puesto que Kilpatrick está usando la red social para ofrecer sus servicios de donación de esperma, del que le han llegado certeras ofertas ya concretadas, y que lo tienen como padre de una decena de niños de nueve mujeres distintas.
“Facebook es una cosa maravillosa. De ahí obtengo mucha información”, dice el joven a la BBC Mundo, añadiendo que es ahí donde ha podido contrastar información de sus clientes, que son marcadamente mujeres lesbianas.
“Debido a mi preferencia sexual, estas parejas pueden estar seguras de que no voy a intentar nada con ellas. Debes tener ese nivel de confianza con la gente”, afirma.
Su forma de trabajo es bien clara y de hecho la estipula en un contrato con la pareja que recibirá su donación. Es así como una vez determinada la donación, va a su casa u hotel, y hace dos entregas en un día para incrementar las posibilidades de embarazo.
Eso mismo tiene preocupado a las autoridades de Reino Unido, que es donde se desarrolla la historia.
Consultados por el mismo medio, la Autoridad de Fecundación Humana y Embriología (HFEA, por sus siglas en inglés) advierte que las clínicas oficiales ofrecen una mayor protección “que a las personas que utilizan donantes no registrados que se publicitan en Internet”.
“Además de evitar posibles daños personales, una mujer que vaya a una clínica acreditada podrá recibir un donante que ha sido verificado para que no contenga enfermedades infecciosas”, hace notar la HFEA.
Pero Kenzie no se inmuta, pues para él su trabajo no sólo da una alegría eterna a las parejas, sino que también ayuda a que más personas puedan tener esa solución que en recintos acreditados son sumamente más caros. “Las personas son extorsionadas en esos sitios. Tienen que ahorrar y ahorrar para poder pagar el servicio. Eso es solo un negocio”, indica.
La HFEA de todas formas es categórica: “Advertimos con mucha seriedad a las personas que buscan un donante de esperma que acudan a clínicas acreditadas, donde puedan obtener la atención más segura y profesional posible”.
Padre legal
Para la ley británica, Kenzie es el padre legal de los niños, teniendo la responsabilidad legal y financiera de los niños, así como de poder llevar su apellido, cosa que de estar en una clínica acreditada no sería tal.
“No creo que alguna de ellas trate de sacarme dinero. Confío 100% en ellas. Estas mujeres están muriendo por tener un bebé. Estoy a gusto con lo que he hecho y con quien lo he hecho”, asegura.
En cuanto a ver a los niños, es algo que descarta de plano. “No necesito verlos. No son mis hijos. Eso es un tema de esa familia. Yo solo soy un donante”.