La canciller alemana, Angela Merkel, instó este viernes a los diputados del Bundestag que voten a favor de un nuevo plan de ayuda a Grecia porque la alternativa es el “caos”.
“No hay ninguna duda de que el resultado del lunes por la mañana es duro para la gente en Grecia, pero también para los demás”, dijo Merkel, que trata de convencer a los diputados alemanes de que le concedan el mandato para negociar un tercer plan de ayuda al país heleno.
Para la canciller, que este viernes cumple 61 años, este “último intento” de negociar, exige una “solidaridad sin precedentes” para unos y “exigencias sin precedentes” para los griegos, pero la alternativa, dejar caer a Grecia, hubiera producido un “caos” y hubiera sido “irresponsable”.
El gobierno alemán necesita la luz verde del Bundestag para poder negociar los detalles del nuevo rescate de 86.000 millones de euros (94.000 millones de dólares) para Grecia, acordado el lunes por los mandatarios de la eurozona.
Merkel, al igual que el primer ministro griego de la izquierda radical Alexis Tsipras, se enfrenta a los rebeldes de sus propias filas -medio centenar de diputados conservadores han dicho que votarán en contra-, pero no debería tener problemas para conseguir el mandato del parlamento, gracias a la aplastante mayoría de su “gran coalición”, integrada por conservadores y socialdemócratas.
La víspera, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, decidió aumentar en 900 millones de euros los préstamos de emergencia que mantienen vivos a los bancos griegos y que les permitirán volver abrir las puertas el lunes tras casi tres semanas de corralito que les ha permitido retirar 60 euros por día y por persona.
Merkel, cuyo país es la mayor economía de la Unión Europea y principal contribuyente de los programas de ayuda, lideró las maratonianas negociaciones de Bruselas el pasado fin de semana, evitando la salida de Grecia, el temido “Grexit”, de la eurozona, aunque a un altísimo precio, que pagarán sobre todo los griegos.
Alto precio para los griegos
El primer ministro griego se comprometió a reformar los sistemas de pensiones, impuestos y el mercado de trabajo. Se trata de unas reformas mucho más duras que las que los griegos rechazaron mayoritariamente en referéndum el pasado 5 de julio.
Esta nueva dosis de austeridad, que se suma a la administrada a lo largo de los últimos 5 años, ha vuelto a sacar a los griegos a las calles y ha suscitado rumores de elecciones anticipadas.
El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, aseguró que la aceptación de las condiciones de los acreedores “me pesará toda la vida”.
Los ministros de la eurozona recompensaron a Grecia con la aprobación, el jueves, de un crédito puente de 7.000 millones de euros mientras se reanudan las negociaciones para el tercer rescate financiero.
Merkel y su ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble han sido duramente criticados por apretar tanto las tuercas a Grecia, con la amenaza de una salida temporal de cinco años que ha enarbolado el ministro.
Aunque muchos analistas consideran que Merkel está siendo demasiado dura con Grecia, los disidentes en casa se quejan de que ha sido demasiado benévola, pues es poco probable que los contribuyentes alemanes vuelvan a ver los miles de millones destinados a salvar a Grecia.
Reestructuración de la deuda
Schäuble, quien personalmente piensa que un “Grexit” sería mejor para Grecia, ha pedido a los diputados de su partido que voten ‘sí’ al mandato negociador.
“Haré todo para que este último intento sea un éxito”, dijo este viernes.
Según un sondeo publicado este viernes, los alemanes también están divididos sobre la nueva ayuda a Grecia. El 46% apoya las negociaciones de un nuevo plan de rescate, mientras que el 49% está en contra, según este sondeo de DeutschlandTrend.
Pero con el FMI, uno de los acreedores de Grecia junto con el BCE y la UE, en cabeza, cada vez son más las voces que abogan por una reestructuración de la ingente deuda griega (cerca del 180% del PIB). El último fue el presidente del BCE quien ha reconocido que es necesario algún tipo de reducción de deuda.
La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, aseguró este viernes en una radio francesa al ser preguntada si el nuevo plan funcionará sin una reestructuración de la deuda, dijo que la respuesta es “categóricamente no”.