El papa Francisco instó a “jugar limpio” evitando la corrupción y condenó las “ideologías que siempre terminan en dictaduras”, durante un discurso improvisado de fuerte contenido político ante la sociedad civil de Paraguay.
En su discurso, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos, el papa argentino condenó la corrupción por ser “la gangrena de un pueblo“, al referirse a uno de los grandes males de América Latina.
“Otro método que no da libertad es el chantaje y eso es siempre corrupción”, afirmó tras recalcar que es un fenómeno que se repite “en todos los pueblos del mundo”, desatando aplausos entre la audiencia en el estadio.
“Las ideologías terminan siempre en dictaduras”
El sumo pontífice también fustigó las ideologías, porque a su juicio “siempre terminan mal” y “no tienen en cuenta al pueblo”.
“Fíjense lo que ocurrió con las ideologías del siglo pasado, terminaron siempre en dictaduras“, clamó el papa ante más de 5.000 personas en el estadio León Condou de Asunción.
“Las ideologías no sirven. No asumen al pueblo“, aseveró ante líderes sindicalistas, campesinos e indígenas.
Al papa argentino se le vio más cansado y despertó dudas sobre su salud al demorarse unos minutos al interior de la basílica de Caacupé, pero el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que se encuentra bien.
“Como han podido ver ustedes mismos el pontífice está bien, todo ok”, aseguró Lombardi.
Contra “el altar del dinero”
Paraguay es la última etapa de la gira sudamericana que comenzó el pasado 5 de julio en Ecuador y que le llevó también a Bolivia.
En los tres países, los más pobres de Sudamérica, ha criticado el capitalismo salvaje.
En ese sentido, afirmó que el “modelo económico” imperante que “necesita sacrificar vidas humanas en el altar del dinero y de la rentabilidad”.
“En la economía, en la empresa, en la política lo primero es la persona y el hábitat en donde vive“, recalcó el jefe de la iglesia católica.
También llamó especialmente a los jóvenes “a jugársela por algo, a jugársela por alguien. No tengan miedo de dejar todo en la cancha. No tengan miedo de entregar lo mejor de sí”, y usando una metáfora propia del mundo del fútbol, agregó: “Jueguen limpio. No coimeen (sobornen) al referi”.
Antes de este discurso, el más político en su gira que lo ha llevado desde el pasado 5 de julio a Ecuador y Bolivia, Francisco se emocionó en Caacupé, 50 km al este de Asunción al pedir no perder la memoria, las raíces, ni la razón de las luchas.