Joseph Blatter, presidente dimisionario de la FIFA, organización sacudida por un escándalo de corrupción desde finales de mayo, se defendió este viernes, recordando que no es “responsable del comportamiento de los miembros del Comité Ejecutivo” de la Federación Internacional de Fútbol.
“Estas últimas semanas, el descontento general contra la FIFA se ha dirigido principalmente contra mí. No tengo ningún problema con ello, soy capaz de defenderme”, declaró Blatter en una columna publicada en el semanario de la FIFA, del que la AFP obtuvo una copia antes de su publicación.
“Hago un llamamiento sin embargo a la buena fe de la opinión público. No sabría asumir una responsabilidad sobre miembros de un gobierno (el Comité Ejecutivo de la FIFA) que yo mismo no elegí”, añadió.
“El presidente de la FIFA debe trabajar con las personas designadas por las Confederaciones. No soy por tanto responsable en nada del comportamiento de los miembros de ese Comité”, subrayó Blatter, presidente de la FIFA desde 1998 y que a principios de junio anunció su dimisión, apenas unos días después de haber sido reelegido para un quinto mandato.
Esas declaraciones de Blatter llegan un día después del anuncio de la FIFA de la suspensión de por vida del estadounidense Chuck Blazer, de 70 años, exsecretario general de la Concacaf y exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA. Blazer es el informador clave de la justicia estadounidense en su investigación sobre la corrupción en la FIFA.
Ex aliado de Blatter, el estadounidense “cometió muchos actos de mala conducta de forma continuada y repetida durante su mandato como responsable en varios puestos de alto nivel en la FIFA y la Concacaf”, según afirmó la Federación Internacional en un comunicado el jueves.
Blazer se declaró culpable en noviembre de 2013 de diez acusaciones, entre ellas transferencias fraudulentas, blanqueo de dinero, evasión fiscal y corrupción. Los delitos pueden ser castigados con un total de 100 años de prisión.