El miércoles un simple mensaje viralizado a través de Whatsapp alertando de una presunta paralización de los camiones distribuidores de combustible fue suficiente para que cientos de automovilistas se agolparan en las estaciones de servicio para llenar los tanques de sus vehículos.
Horas más tarde y tomando en cuenta el caótico escenario, con grandes atochamientos vehiculares en bombas de bencina a lo largo del país, tanto Copec, como la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC) e incluso el Gobierno, debieron salir al paso para desmentir el rumor.
Alta afluencia en #copec #Macul severos problemas de congestión en Av.Agricola @T13 @24HorasTVN @Cooperativa @biobio pic.twitter.com/pI5tX6MxMc
— Rubén Parra Carrillo (@Rubenucatolica) julio 9, 2015
Sin dudas esta situación nos trae a la memoria otro similar: el falso tsunami de Concepción en 2005 que movilizó a una región entera, también a causa de un mensaje con información falsa.
Casos como estos dejan en evidencia la urgente necesidad de que los usuarios asuman la responsabilidad de lo que publican y además de que sean capaces de reconocer entre un hecho verdadero y uno falso.
El uso de internet y redes sociales cada vez hace más fácil masificar información y por lo tanto es necesario preocuparnos de la forma en que damos uso estas herramientas.
Lo anterior tomando en cuenta los resultados del estudio “Futuro Digital Chile 2014”, que señaló que en nuestro país la audiencia digital online creció en un 8% respecto al año anterior, alcanzando los 6,4 millones de usuarios conectados, cifra que nos ubica en el sexto lugar en Latinoamérica.
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Respecto al rumor de las bencinas, el Coordinador de Carrera de Comunicación Digital Multimedia de la Universidad del Pacífico, Guillermo Bustamante, señala que esto es una muestra más de los alcances que puede tener una cadena enviada por WhatsApp, la cual es traspasada a otras redes sociales, ya que comunmente la información es enviada por un familiar o un amigo, razón por la cual le asignamos cierto grado de autoridad a estos mensajes y los compartimos sin preocuparnos de verificar si son verdad o no.
Además Bustamante recalca la gravedad de lo ocurrido el miércoles, puesto que obligó a las autoridades a desmentir el hecho y aclarar la situación.
El profesional agrega que hoy en día internet y las redes sociales son una tecnología ‘transparente’, ya que están presentes en nuestras vidas y nunca nos cuestionamos qué hay detrás de ellas, ni qué hace que funcionen y explica que para muchos tener acceso es considerado un ‘Derecho Humano de Tercera Generación’, a diferencia de los que ocurría años atrás, donde tener conexión a internet era considerado un lujo.
Es por ello que Bustamante explica las grandes ventajas que nos dan las redes sociales, pero también asegura que pueden convertirse en un problema, ya que es muy fácil encontrar la información, pero discriminar si esta es o no verídica es uno de las grandes dificultades derivadas de la ‘infoxicación’ a la que nos enfrentamos diariamente, por reitera el llamado a que aprendamos a desarrollar nuestra capacidad de procesar la información y además la comprobemos antes de compartirla.
Para esto tenemos que conscientes de las los riesgos e implicancias legales que tiene el uso indiscriminado de internet, porque publicar una imagen o comentario falso sobre una persona o institución en un sitio o una red social, tiene la misma gravedad que hacerlo en un medio tradicional, advierte el experto .
Para evitar caer en esto, Guillermo Bustamante, aconseja a los usuarios ser escépticos con lo alarmantes mensajes que muchas veces encontramos en la web y además da ideas cómo utilizar ciertos sitios que se especializan en comprobar la veracidad de lo que se está publicando.
Asimismo el experto recomienda el sitio en inglés emergent.info, que se encarga de agrupar aquellos contenidos que son los más compartidos en internet y lo analiza comprobando fuentes y revisando los sitios que han publicado la información con un algoritmo que se ejecuta en tiempo real.