Científicos cubanos avanzan en el desarrollo de una vacuna terapéutica contra el cáncer de próstata, un azote a hombres maduros en el Caribe que ocasiona más de 2.000 muertes al año en Cuba, informó un investigador.
Este proyecto entró en su tercera fase tras vencer las dos primeras, en las cuales se registraron resultados alentadores en detener el avance de la enfermedad e incluso retrocederla, explicó a la agencia de noticias AFP el científico Roberto Basulto.
Esta vacuna se aplica en siete inyecciones “y el organismo desarrolla anticuerpos contra ese péptido”, señaló Basulto, jefe del equipo investigador.
Basulto y sus colegas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Camagüey, 530 km al este de La Habana, subrayaron que no es una vacuna preventiva, sino destinada a “mejorar la calidad de vida” de los enfermos.
La tercera fase de pruebas, que demorará al menos cinco años, involucrará a unos 400 pacientes. debe aportar información específica sobre su eficacia y permitir comparar la vacuna cubana con otros tratamientos existentes en el mundo, con principios diferentes.
Actualmente en los centros hospitalarios del país se aplica una vacuna extranjera que inhibe a nivel de la hipófisis la producción de la hormona que provoca la enfermedad.
Para ello se inserta una dosis bajo el ombligo que “va liberando todos los días una cantidad constante de 120 microgramos” y debe reponerse cada uno o tres meses, explicó. Debe seguir aplicándose mientras no se registre una mejoría notable.
Un azote en el Caribe
En 2013, Cuba registró 2.793 muertes por cáncer de próstata, mal que afecta sobre todo a hombres mayores de 50 años, según el Anuario Estadístico de Salud 2013.
Más de 2.100 nuevos casos son diagnosticados cada año en la isla. Se trata de la segunda causa de muerte entre los cubanos después del cáncer de pulmón y vías respiratorias, en un país famoso por su tabaco.
“Cuba está ubicada en una zona geográfica de alta incidencia de cáncer de próstata, que es el Caribe. Aunque no se saben exactamente las causas del cáncer de próstata, sí se conocen algunos factores de riesgo para esta enfermedad como son la edad, raza, área geográfica, factores hereditarios y genéticos y posibles estilos de vida y hábitos alimentarios”, explica Basulto.
“La población china, aun cuando supera los 1.000 millones de personas, es una de las de menor incidencia y pudiera estar relacionado con sus hábitos alimentarios más saludables”, añadió este científico, que trabaja en las investigaciones desde 1988 y fue director de la filial de Camagüey, que junto a la de La Habana y Sancti Spíritus, forman el sistema CIGB de la isla.
La situación es dramática en Cuba, pues su población envejece a pasos rápidos. Con una expectativa de vida de 78 años, los cubanos serán la población más vieja de América Latina dentro de 15 años y la cantidad de personas proclives a la enfermedad será mayor, según los expertos.
Un cuarto de siglo después de su creación, el centro biotecnológico de Camagüey se enfoca en la investigación y producción de productos para animales y plantas.
Junto a sus similares de La Habana y de Sancti Spíritus (centro), este centro forma el “tridente” biotecnológico de la isla.
Su producto estrella es el HeberNen, que protege plantas contra los nematodos, organismos microscópicos que afectan las raíces de cultivos bajo techo.
La industria biotecnológica cubana exporta unos 900 millones de dólares anuales, el segundo mayor rubro en venta de productos al exterior después del níquel.