No todo es lo que parece. Esta es una de las premisas de la nueva campaña que lanzó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ¿Sabemos lo que comemos? La iniciativa dejó al descubierto detalles e ingredientes secretos de algunos productos de consumo masivo.
Según consigna el sitio Huffington Post, hay una serie de alimentos que a simple vista se ven deliciosos, pero el estudio recomienda fijarse muy bien en el etiquetado de los productos y ver cuáles son los ingredientes que lo componen. ¡Puedes llevarte más una sorpresa!
A continuación la lista:
1 – El néctar de frutas
Hay de distintas variedades y sabores, pero la realidad es que el néctar tiene mucho menos fruta de lo que uno quisiera. Ya que la mitad de estos están hecho en base a agua con azúcar.
2 – El jamón York
Es uno de los favoritos a la hora del desayuno y las onces. Quién no ha comido una marraqueta recién salida del horno con una rodaja de jamón York, el mismo que se obtiene de la pata trasera del cerdo. Pero existe otra realidad, ya que el estudio de la OCU reveló que este producto no está hecho de esa parte del animal, sino de otras partes “menos nobles y mucho más baratas”, explica la OCU.
Otro dato importante, si el producto asegura ser “extra jugoso”, eso quiere decir, que sólo contiene más agua y menos jamón.
3 – Carne molida
En todos los supermercados existen congeladores con diversas variedades de carne molida al 4% o 10 % de grasa. Son ideales para preparar una sabrosa salsa bolognesa o rellenar algunas verduras que van al horno. Pero según la OCU, estas bandejas de “carne molida”, entre el 65% y el 90% contienen espesantes, almidones, proteína de soya, conservantes y colorantes.
Lo mejor es seguir los consejos de las abuelas, cuando iban a la carnicería del barrio a comprar un trozo de carne, y luego le pedía que lo moliera.
4 – Queso rallado envasado
Todos disfrutan de un buen plato de pastas o verduras al horno gratinadas con harto queso rallado. Sin embargo, a pesar de que las personas piensan que es un sub producto derivado del queso, lo cierto es que es un derivado lácteo con grasas vegetales más baratas que la grasa de la leche. De ahí que este no se funda con tanta facilidad en el horno, adquiera un color dorado al gratinarse o se queme con facilidad.
Una buena opción es comprar uno el trozo de queso y luego rallarlo.
5 – Anillos de calamares
¡Son deliciosos! Más aún cuando están apanados y se acompañan con diversas salsas. Se pueden encontrar en la sección de congelados de los supermercados y vienen listos para freir o cocinar al horno. Lo cierto es que esconden un secreto.
Los anillos de calamares, en realidad están hechos de Pota, un molusco bastante parecido, pero de tamaño mayor, el cual tiene una textura mucho más dura y su precio es más bajo. Este molusco se somete a un proceso de agua y fosfatos para que queden blancas y sean más tiernas al paladar.