Con este título, el destacado dramaturgo estadounidense Tennessee Williams (1911-1983) entrega una obra corta con temas duros como la decadencia, la soledad, los conflictos y dolores del amor en los seres humanos.
“Háblame como la lluvia…” es un drama en que lo urbano aparece como un factor que potencia las dificultades de una pareja para encontrar algunos gramos de felicidad.
A esto se agrega la lluvia, cuyo sonido natural se plantea como un valioso recurso dramatúrgico y bálsamo para sobrevivir en medio de la incomunicación.
Un real y exigente desafío actoral enfrenta la compañía Ilimitada, con la dirección de Martín Celis y las actuaciones de David Soto y Stephanie Olivera.
Deben entregar una obra en que el autor del clásico “Un tranvía llamado deseo”, propone un ambiente realista, violento, duro y sin esperanzas, pero traspasado por una fuerte carga poética.
Incomunicación total
A tal punto es el fracaso de esta pareja, que los realizadores de este montaje no mencionan a los protagonistas por sus nombres.
Compañía Ilimitada
Aquí sólo son Hombre y Mujer, una opción útil porque los despersonaliza, además de subrayar la muerte de la relación amorosa y el cansancio profundo que ha ido creciendo con el tiempo.
La puesta en escena comienza con una extensa intervención del Hombre que, casi en silencio, intenta mantener el equilibrio mientras sigue ingiriendo alcohol.
Se queja, resopla, se desplaza con movimientos bruscos, pesados y espasmódicos al interior de un espacio con unos cuantos elementos que sugieren una sala de estar.
Este estado reiterativo de intemperancia emocional y física, busca graficar una situación real y la forma de enfrentar su vida, con momentos de lucidez, debilidades, penumbra y violencia.
La Mujer tiene claro que debe alejarse y, camino a la soledad total, resiste las presiones de su pareja.
En este sentido, no escapa a la trampa de la incomunicación y protagoniza también evocaciones que podrían ser dudosas cuando se intenta reconstruir el pasado.
Leopoldo Pulgar
De esta manera, el autor exhibe su especial preocupación por concentrar su mirada en los perdedores e inadaptados de la sociedad, realidades duras que muestra a través de un lenguaje poético.
Una obra de desarrollo convencional, sencilla en su argumento y lenguaje, que actualiza las condiciones de vida, para muchos a la deriva, en la gran urbe de hoy.
Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista
Teatro Camino. Antupiren 9400, Comunidad Ecológica de Peñalolén, F: 2292 0644. Viernes y Sábado, 21:00; domingo, 20:00. $5.000 entrada general; $3.000 estudiantes y tercera edad. Hasta el 5 de Julio.