Las autoridades australianas trabajan dentro de la ley para detener los barcos de solicitantes de asilo, reiteró este martes el primer ministro Tony Abbott, tras la aparición de informaciones sobre el pago en efectivo a miembros de las redes de tráfico de seres humanos.
El gobierno se ha negado a desmentir que el capitán y cinco tripulantes de un barco que transportaba a migrantes recibieron en mayo cada uno 5.000 dólares por parte de un responsable de las aduanas australianas a cambio de volver a poner rumbo hacia el sudeste asiático.
Indonesia exigió aclaraciones sobre este eventual pago que, según el vicepresidente indonesio Jusuf Kalla, podría representar un “soborno”.
Abbott indicó que Australia haría “lo que sea necesario” para acabar con el tráfico de seres humanos, al tiempo que dijo estar seguro de que los funcionarios australianos trabajan dentro de la ley.
Otras informaciones publicadas el martes en la prensa australiana sugieren que los pagos realizados por responsables de inteligencia a las redes de tráfico de seres humanos tuvieron lugar durante al menos cuatro años, incluso durante el anterior gobierno laborista.
La cuestión de los barcos con migrantes, que zarpan de Indonesia rumbo a Australia, ha sido un punto de fricción constante entre Canberra y Yakarta desde hace años, aunque se ha acentuado desde la llegada al poder de Abbott y su compromiso en rechazar la entrada de estas embarcaciones en aguas australianas.
Este caso puede dañar las relaciones entre Australia y su vecino asiático del norte, ya tensas desde que Indonesia ejecutara a dos australianos acusados de tráfico de drogas a fines de abril. Pero Abbott dijo que las relaciones con Indonesia se mantienen fuertes.