Las autoridades de Corea del Sur anunciaron este domingo otro fallecimiento y siete nuevos casos de infecciones por el coronavirus MERS, que ha provocado hasta ahora la muerte de 15 personas y obligó a cerrar uno de los hospitales más importantes del país.
Un hombre de 62 años murió el domingo en Busan, segunda ciudad del país.
La víctima se había contagiado el 7 de junio pasado en el hospital Samsung de Seúl, uno de los más importantes del país, donde se han producido 70 infecciones.
Tres de los nuevos contagios se produjeron en este centro médico, señalaron las autoridades, que decidieron suspender la actividad del hospital para trata de contener la epidemia.
Los siete nuevos casos subieron el total de contagiados en el país a 145.
Corea del Sur es el segundo país más afectado por la epidemia detrás de Arabia Saudí, donde se contagió el primer surcoreano que contrajo la enfermedad el 20 de mayo pasado.
Uno de los enfermos es un trabajado sanitario que ayudó a trasladar a un enfermo al hospital el 7 de junio, un contagio que se suma al del chófer que participó en la operación, cuyo caso fue anunciado el sábado.
En Eslovaquia, el hospital universitario de Bratislava informó el sábado que hay un caso sospechoso de un hombre de 38 años proveniente de Corea del Sur.
Según los medios eslovacos, el hombre es un empleado de una empresa subcontratada por la fábrica automovilística surcoreana KIA basada en Zilina, en el norte del país. Según la prensa de Bratislava, habría llegado de su país el 3 de junio.
El coronavirus MERS (Síndrome respiratorio de Oriente Medio), contra el cual no existe tratamiento ni vacuna, presenta una tasa de mortalidad de en torno al 35%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El primer caso fue diagnosticado el 20 de mayo en un paciente que había viajado a Arabia Saudí. El hombre de 68 años propagó la enfermedad tras visitar cuatro centros médicos en los que se infectaron otros pacientes y también personal médico, lo que generó fuertes críticas de la opinión pública a las autoridades.
Según un equipo de expertos de la OMS que visitó Seúl, el brote supone un reto “largo y complejo” y se espera que hayan más casos.