La presidenta Michelle Bachelet, y el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, confirmaron este jueves en Roma su voluntad de luchar con firmeza contra la corrupción, tras los casos que han estallado en ambos países.
Los dos mandatarios consideran clave impulsar medidas para combatir con decisión ese fenómeno que afecta tanto la vida política y empresarial.
“Chile no es un país corrupto, puede haber actos de corrupción”, recalcó la presidenta Bachelet, en una conferencia de prensa conjunta con Renzi, celebrada en la sede de gobierno, Palazzo Chigi.
La mandataria socialista, quien inició este jueves una gira por Europa que incluye también Francia y Bélgica con el fin de atraer inversiones, insistió en que su país no es corrupto y que sigue siendo seguro para la inversión extranjera.
“La diferencia de Chile con otros países es que, cuando hay un problema, de inmediato buscamos una solución y una respuesta para que nunca más vuelva a suceder”, aseguró.
Bachelet considera clave fijar un marco jurídico y legislativo para que “nunca se vuelvan a reproducir esos actos”, adelantó.
La presidenta precisó así las declaraciones publicadas este jueves en una entrevista al diario italiano La Repubblica en la que según la publicación admitió casos de corrupción “muy graves en mi gobierno”, los cuales “han sido muy dolorosos para mí”.
Por su parte, Renzi reconoció que, en Italia también, la corrupción afecta el mundo de los negocios y la política e inclusive citó el escándalo que estalló este jueves en la alcaldía de Roma con funcionarios y asesores que crearon mecanismos para sustraer fondos destinados a inmigrantes y gitanos.
Chile un país sólido y estable
“Chile es un país sólido y estable que lucha contra ese fenómeno en todo el mundo. Nosotros también, Italia es un país sólido, que combate con decisión y firmeza la corrupción (…) Porque el que viola las reglas de juego debe pagar todo, hasta el último día y hasta el último centavo”, aseguró Renzi.
“Es un esfuerzo que todos los países civilizados realizamos”, recalcó el jefe de gobierno italiano, quien elogió públicamente la trayectoria política y personal de Bachelet.
“Gracias por tu liderazgo y por tu visión”, le lanzó públicamente tras prometer realizar una visita lo más pronto posible a Chile, país con el que Italia espera fomentar inversiones, en particular en el sector eléctrico a través de la empresa semipública Enel, presente con dos plantas eléctricas y una eólica.
“Creo que el eje Italia-América Latina y el eje Chile-Italia es un eje estratégico”, subrayó Renzi.
Homenaje al exilio
Un eje y un lazo histórico que la presidenta Bachelet recordó este mismo jueves en un conmovedor homenaje a los centenares de chilenos que se refugiaron en Italia tras el golpe militar de 1973.
La mandataria socialista inauguró una placa en el lugar donde estaba la sede de la organización Chile Democrático, creada tras el golpe de Estado de 1973 y la muerte del presidente Salvador Allende.
Sucesivamente recordó las penas y las glorias del exilio durante un acto en un mercado popular romano en el que donó a la ciudad la partitura de la canción “El mercado de Testaccio” del célebre grupo musical chileno Inti Illimani, que entonó la composición, arrancando lágrimas entre los numerosos latinoamericanos y viejos militantes italianos que asistían.
El viernes Bachelet visitará el Vaticano para reunirse con el papa Francisco —que tiene previsto visitar Chile en 2016— y el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
La mandataria excluyó abordar con el pontífice el diferendo con Bolivia para una salida al mar: “Es un tema bilateral y ya”, adelantó.