La familia Piñera lamentó lo ocurrido con el tradicional inmueble de La Serena, que el lunes por la noche ardió en llamas, dejando cuantiosas pérdidas en lo material y lo patrimonial.
Parte de la historia de La Serena ardió en llamas la noche del lunes, con el voraz incendio que afectó a la Casa Piñera, en calle Prat 446, frente al edificio consistorial. Allí funcionaba actualmente el Centro de Extensión de la ULS, al interior del inmueble de estilo neoclásico del siglo XIX.
Lee también: Dura crítica de Bomberos a administración de Casa Piñera tras voraz incendio en La Serena
En 1845, Alejandro Aracena Salamanca, quien era un comerciante y rico minero de La Serena, encargó al carpintero inglés Samuel Averell la construcción de una vivienda para uso familiar. Al morir Aracena, su esposa Paula Piñera Aguirre, quien era una de las hijas de José de Piñera y Lombera, heredó la residencia, donde habitó con varios de sus hermanos. No habiendo dejado descendencia, la vendió en 1898 a 2 de ellos, Rosa y Jesús Piñera.
El 12 de febrero de 1981, fue declarada Monumento Histórico Nacional, por medio del Decreto Supremo n° 499. Era el reconocimiento mayor a un edificio no sólo cargado de vivencias familiares, sino capaz de acoger a las más diversas expresiones artísticas por tantos años en pleno sector céntrico de la ciudad.
Tras el lamentable siniestro del lunes, el ex Presidente de la República, Sebastián Piñera, recordó su infancia y adolescencia cuando veraneaba en La Serena y llegaba a la Casa Piñera. Tal como si fuera ayer.
“Yo fui muchas veces a La Serena como senador y Presidente y nunca dejé de ir a la Casa Pinera. Cada vez que cruzaba ese portal y me encontraba con esas dos palmeras al medio, donde nosotros cuando niños jugábamos al luche, sentía una emoción inmensa”, contó en una entrevista al programa “Los Dueños de la tarde” de la radio Montecarlo.
“Prácticamente pasábamos desde el 15 de diciembre hasta el 15 de marzo en la Casa Piñera. El lugar era para nosotros el paraíso terrenal, porque en Santiago estábamos llenos de reglas y tareas, mientras que en La Serena, en la década de los 50 y los 60, nos daban libertad total y salíamos a las 8 de la mañana y volvíamos cuando se ponía el sol…Nuestros primeros besos, pololeos y travesuras están ligadas a la Casa Piñera, a La Serena y la Región de Coquimbo”, admitió el ex mandatario.
“En la Casa vivían las “tías Piñera”, que son conocidas así, Carmela, Luisa y Teresa, tres solteras, quienes vivían en una ala de la casa, donde todo era santidad y rezos. Y en la otra ala de la casa vivíamos nosotros, los Piñera, los Chadwick-Piñera, los amigos, los primos y los tíos que no era para nada santidad, sino que un verdadero torbellino”, relató en el programa radial.
El ex jefe de Estado igual rememoró que “éramos muy amigos de familias de La Serena, la familia Puga, la familia Medina, la familia Rubio, que eran nuestros amigos durante el verano y separarnos de ellos era un verdadero parto de los montes”.
El ex Presidente de la República señaló que se enteró del incendio la misma noche del lunes y que el hecho “fue un golpe brutal para la familia, porque era un lugar que nos llegaba tan profundamente al corazón, al alma, era tan de nuestras vidas, era parte de nuestros recuerdos y emociones. Además de la pérdida patrimonial e histórica, es una pérdida que la sentimos muy personal”.
Sebastián contó que hace tres semanas su hermana Magdalena, quien dirige la Fundación Futuro, fue a la Casa Pinera para encabezar la ceremonia del programa “Un profesor, un libro”, que pretende entregar un texto a cada uno de los profesores de Chile. Asimismo, agregó que “habíamos organizado celebrar los 100 años de (monseñor) Bernardino Piñera, quien los cumple en unas pocas semanas más en La Serena, con una misa en la Catedral y luego un cóctel en la Casa Piñera. Con lo sucedido, deberemos modificar el programa”.
“Yo creo que es muy importante no perder parte de nuestra historia, de nuestra cultura, es arte y vida de La Serena, (…) así que sin duda que tendremos que hacer los esfuerzos para reconstruir”, concluyó emocionado el ex mandatario chileno.
Por su parte, Magdalena Piñera también lamentó desde Santiago lo que pasó en la capital regional a comienzos de esta semana. “Yo creo que es triste para La Serena. Y ojalá podamos entre todos sacar adelante esa Casa de nuevo. Trabajo en la Fundación Futuro y nuestro desvelo, hace 20 años, es el tema de educación y patrimonio, el sentido del patrimonio como parte de la pertenencia, de vínculo con nuestros antepasados. No con los Piñera directo, sino que cada uno con los suyos”.
“Así que esto lo sentimos. Desde la Fundación Futuro doblemente, nos toca más todavía, como familia y porque trabajamos en eso, en rescatar el patrimonio y en poner en valor ante los alumnos y los profesores. De hecho, el 10 de mayo estuvimos allí en la actividad “Un profesor, un libro”. Esto lo hacemos siempre en un lugar emblemático. Y en esta ocasión fue en la Casa”, agregó.
Magdalena, que tiene recuerdos de su niñez en ese inmueble, cuando visitaba a sus tías abuelas y le daban postres de papaya, consignó que igual piensan seguir adelante con el cumpleaños de Bernardino, en septiembre, viendo la forma de incorporar el dañado recinto.