Hay ciertos números asociados a la cultura popular de diversos países que pueden generar duda o incluso terror en sus habitantes, como el “13″ asociado a la mala suerte, que incluso motiva a que algunas personas no se alojen en habitaciones o no viajen en los asientos de medios de transporte que tengan esa numeración. Aunque todo esto sea parte de un aspecto cultural y de una gran variedad de mitos existentes sí hay un número que realmente tendría la capacidad de provocar desastres e infortunios: 2.147.483.647.
¿Que tiene de especial esta extensa cifra? Es el máximo valor positivo que puede almacenar el procesador de un computador con sistema de 32 bits, el cual es muy común de encontrar actualmente en gran cantidad de máquinas y diversos sistemas de control. El rango máximo de valores que logra almacenar este tipo de arquitectura van desde el -2.147.483.648 al 2.147.483.647 y si se sale de estos límites, por cualquier motivo, es cuando puede ocurrir el caos.
Como menciona la cadena británica BBC, en 1996 un cohete llamado “Ariane 5″ cargado con carísimos satélites pertenecientes a la ESA (Agencia Especial Europea, por sus siglas en inglés) explotó luego de tan solo 39 segundos en el aire luego del despegue, perdiendo más de 370 millones de dólares en valioso equipo. ¿El motivo? El fatídico número. Una investigación posterior revelaría que uno de los procesos de este cohete había quedado cargado con un software de generaciones anteriores y cuando este sistema captó una lectura inesperadamente alta, fuera de este rango máximo, no pudo lidiar con ella e inició un sistema de autodestrucción.
Los informáticos llaman a este problema “Integer Overflow” (Desbordamiento de un entero) y aunque en algunas situaciones puede ser algo incluso divertido -como cuando debido a este problema el video Gangnam Style “rompió” el contador de visitas de YouTube- en otros casos puede provocar verdaderos desastres que signifiquen pérdidas de millones de dólares o cientos de vidas en el peor de los casos, como podría suceder con el avión Boeing 787.
La compañía ha mencionado recientemente que existe un desperfecto crítico en el software que controla sus motores. Este consiste en que si estos sistemas no se reinician antes de 248 días, entran en un modo de “protección contra fallos” (algo que podría suceder en pleno vuelo) haciendo que toda la energía de los motores se detenga, convirtiendo al avión en un verdadero ladrillo. Y aunque Boeing no se refirió al tema, si uno transforma 248 días a centésimas de segundos resulta ser exactamente 2.147.483.647.
Millones de máquinas en el mundo tienen este mismo error de sistema. Desde un simple e inofensivo contador de visitas hasta algo tan crítico como sistemas de guiado de misiles. Por ello, sólo queda esperar que al ser esto de conocimiento público, se tome en cuenta logrando y se destinen recursos a evitar inminentes tragedias relacionada con la falla.