15, 20, 30, 40. Existen madres de diversas edades y todos los tipos. Desde jóvenes mujeres que a corta edad quedan embarazadas, hasta otras que desafían a la vida concibiendo hijos tras la cuarta década.
Es por lo mismo que muchas personas se preguntan cuál es la edad perfecta para convertirse en madre, es decir, en qué momento el cuerpo está preparado y cuándo se alcanza la “madurez” para serlo. Al respecto, el doctor René Castro, coordinador del área de Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad Diego Portales, comentó sobre las diferencias entre una edad y otra.
La edad perfecta
Antes de decidir tener un hijo, el experto comentó que es importante realizar una evaluación de salud previo al inicio de una nueva gestación (Control Preconcepcional), examen en el que se detectan las condiciones que pudiesen afectar la salud de la mujer y su futuro hijo, y así corregirlas.
Claro que lo anterior sólo se dirige para aquellas mujeres que han tomado la opción de embarazarse y no han “quedado” encintas de sorpresa.
Al comentar las edades, Castro realizó una evaluación de cada ciclo en la vida de la mujer concluyendo en un período que resultaría “ideal”.
A los 15 años, el cuerpo de la adolescente está en un activo proceso de desarrollo y maduración, por lo cual una gestación a esa edad significa un esfuerzo adicional para su organismo, que puede afectar su condición de salud. A ello se agregan aspectos de su maduración emocional y su condición de estudiante, que pueden interferir en su gestación.
Aún así, el doctor destacó que la elasticidad del canal de parto (vagina y cuello uterino) ya ha completado su desarrollo fisiológico alrededor de los 15 y 20 años.
A los 45 años, el organismo de la mujer presenta una mayor probabilidad de patologías crónicas (obesidad, hipertensión, diabetes), las cuales pueden afectar la evolución de una gestación y en algunos casos, afectar negativamente la evolución de estas patologías.
El riesgo más reconocible de embarazarse a mayor edad, es la probabilidad de presentar alteraciones cromósomicas, siendo la más conocida el síndrome de Down (trisomia 21).
Según el profesional, el mejor período de la vida de la mujer para asumir una gestación estaría entre los 25 y los 35 años aproximadamente, en el cual la mujer ha completado el desarrollo físico y emocional, la educación, suponiendo que ha formado una pareja estable, tiene un trabajo y no presenta patologías crónicas.
Muchos factores, muchas realidades
La maternidad es un proceso que está influenciado por diversos factores, no sólo los derivados de la biología sino que también y especialmente aquellos derivados de la cultura y la sociedad. En el caso chileno, de acuerdo a los datos demográficos, la edad en la que se tiene el primer hijo ha aumentado, por lo tanto hoy las mujeres son madres más tarde que sus propias madres, comentó Pamela Soto, psicóloga y Magíster en Derecho de Infancia, Adolescencia y Familia, y académica de la Facultad de Psicología UDP.
Según comentó la experta, este período dependerá de las condiciones materiales, sociales, culturales, biológicas y psicológicas en las que esa madre viva. “No sé si la experiencia de maternidad de una adolescente de 15 años de clase alta pueda ser comparada con la maternidad de una mujer en situación de pobreza de 35 años. O una mujer con una enfermedad crónica de 25 años o una mujer de 45 años en la cultura aymara”, contó.
Pamela evaluó que “no existe edad perfecta para ser madre”, más bien se necesita “deseo” para serlo. Muchas madres no deciden de manera completamente libre ser madres, un ejemplo de esto es la maternidad como forma de cumplir con ciertas expectativas de género, construidas socialmente y que pueden ejercer presión sobre la decisión, o como forma de mantener una pareja o en otros casos como forma de independizarse de los padres, afirmó la psicóloga.
Daniela y los mellizos
Daniela Muñoz sólo tenía 17 años cuando quedó embarazada: estaba empezando cuarto medio y su madre también estaba encinta. Y tal como algunos temen que les suceda, ella no estaba esperando a un hijo, sino que a dos.
“Al principio mi mamá (Claudia) se quería morir, pero cuando empezó a pasar el tiempo, vio que yo estaba feliz, y que mi pololo estaba conmigo 100%, lo ‘asumió’ y se tranquilizó”, relató Daniela, comentando que desde ese momento ambas comenzaron a asistir a los controles médicos juntas y acompañarse durante los meses restantes.
“Es verdad que cuando supe que eran mellizos me puse a llorar, porque pensé que no me la iba a poder con dos, pero el ‘Mati’ (su pareja) todo el tiempo me daba ánimo, y me decía que íbamos a ser los más felices”, confesó la joven. Pese a que ella aún no era mayor de edad y su pareja estaba en segundo año de la universidad y vive (hasta hoy) en Angol, ambos tomaron la decisión de tener a sus hijos.
Así fue como Franco y Vicente nacieron el 22 de Octubre del año pasado, mientras su tía Catalina (hija de la madre de Daniela) ya tenía tres meses en ese momento. “La mayoría del tiempo es un caos total”, contó la joven y agregó “la casa siempre está como ‘viva’ y el orden… ya se perdió: hay juguetes por todas partes, las sillas, el andador, la silla para comer, etc. Y las horas de sueño… se redujeron al mínimo”.
Aún así, Daniela Muñoz Cid dio la PSU y actualmente estudia Educación Diferencial: es madre y estudiante. “Los ‘mellis’ me ayudaron mucho a estar en la carrera que me gusta”, confesó.
Daniela aseguró que ésta fue la edad perfecta para ella y que no se arrepiente de serlo.
“Mi experiencia es hermosa, perfecta y agotadora… Todas las etapas, el embarazo, los primeros meses de vida, todo ha sido perfecto, en gran parte por el apoyo de mi familia y mi pololo, pero igual es difícil a veces, porque me falta tiempo. A veces quiero acostarme temprano o levantarme tarde y no se puede, pero cuando me miran con sus caritas de alegría… se me pasa todo”, finalizó.