Europa recordó este domingo las atrocidades cometidas por el régimen nazi y sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial en tres actos para conmemorar la liberación de los campos de concentración de Bergen-Belsen (Alemania), Jasenovac (Croacia) y Natzwiller (Francia).
Varios dirigentes europeos aprovecharon la ocasión para fustigar los mensajes de odio y exaltar la “cultura democrática” defendida hoy por Europa.
En Bergen-Belsen (noroeste de Alemania), donde murieron más de 50.000 deportados y 20.000 prisioneros de guerra entre 1941 y 1945, el presidente alemán, Joachim Gauck, rindió homenaje a Reino Unido por la liberación del campo el 15 de abril de 1945.
Los soldados británicos ayudaron a restaurar “la humanidad” en Alemania, declaró el presidente ante las miradas de 70 supervivientes del campo.
En la posguerra, los aliados fueron los “embajadores de la cultura democrática que no perseguía la venganza contra el enemigo”, añadió Gauck. “Eran lo contrario de esos alemanes que, en los años anteriores, habían conquistado, sometido, reducido a la esclavitud y saqueado Europa”.
La adolescente judía Anna Franck fue una de las fallecidas en el campo de Bergen-Belsen, víctima del tifus. Su diario se convirtió en uno de los relatos emblemáticos del trato reservado a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald S. Lauder, pidió una mayor vigilancia de todos ante el resurgir de ataques antisemitas en Europa y el auge de los partidos de extrema derecha en algunos países como Hungría y Grecia.
En Jasenovac, conocido como el “Auschwitz croata”, cientos de personas, entre ellas dirigentes croatas, asistieron a una ceremonia, 70 años después del desmantelamiento del campo abierto por el régimen fascista de los ustachas, aliado de los nazis en Croacia.
“Los horrores de Jasenovac nos alertan y nos recuerdan que ya nunca debemos permitir la discriminación y las persecuciones basadas en diferencias nacionales, confesionales, ideológicas o sexuales”, declaró el presidente del Parlamento croata, Josip Leko.
“El reencuentro de Europa”
El primer ministro croata Zoran Milanovic recordó, por su parte, que la Croacia moderna, miembro de la Unión Europea desde 2013, se distanció del régimen ustacha en su Constitución.
“Para mí, sólo había un ejército croata durante la Segunda Guerra Mundial, el de los partisanos croatas” que lucharon contra el régimen nazi, declaró.
Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el número de víctimas que fallecieron en ese campo, principalmente serbios y judíos, aunque también hubo antifascistas croatas.
Las estimaciones van desde unas 82.000 víctimas, según el museo de Jasenovac, y cerca de 700.000, según fuentes serbias. El museo del memorial del Holocausto en Washington considera, por su parte, que 100.000 personas murieron en el campo.
En Natzwiller (noreste de Francia), el presidente francés, François Hollande, tenía previsto conmemorar la liberación del campo de concentración de Natzwiller-Struthof, el único que instalaron los nazis en suelo francés, con varios responsables europeos.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el del Parlamento Europeo, Martin Schulz, la primera ministra letona, Laimdota Straujuma, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, acompañarán a Hollande para ilustrar “la unidad de Europa, el reencuentro de Europa” en un lugar simbólico, explicó la presidencia francesa.
En su intervención, Hollande celebrará “los valores de democracia y libertad” de Europa ante la mirada de antiguos deportados e hijos de víctimas.
Unas 52.000 personas fueron deportadas al campo de Natzwiller-Struthof y cerca de 22.000 murieron en él. Los aliados lo liberaron el 23 de noviembre de 1944.