Colombia decidió este miércoles levantar la suspensión de los bombardeos contra las FARC, ordenada hace poco más de un mes para acelerar el proceso de paz con esa guerrilla comunista, tras un ataque que dejó 10 militares muertos y otros 20 heridos.
El ataque ocurrió hacia la medianoche del martes en la vereda La Esperanza, departamento del Cauca (oeste), bastión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal grupo rebelde del país y con el que el gobierno busca desde noviembre de 2012 poner fin a cinco décadas de conflicto armado.
“He ordenado a las Fuerzas Armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden”, dijo el presidente Juan Manuel Santos, que el jueves pasado había prorrogado por un mes más la interrupción de los ataques aéreos contra esa guerrilla en aras de “desescalar” la conflagración.
Rodeado de miembros de la cúpula militar y otros funcionarios, el presidente dijo en una declaración televisada desde Cali, a unos 70 km del lugar del incidente, que la acción de las FARC fue “deliberada” y “no fortuita”.
“Esto implica un claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral”, dijo el mandatario en alusión a la tregua indefinida que esa guerrilla ordenó en diciembre, reservándose sin embargo el derecho a replicar ofensivas del Ejército.
Santos, que se ha negado reiteradamente a imitar el gesto de las FARC por considerar que fortalecería a la guerrilla, dijo asimismo que la decisión de un cese al fuego bilateral “no puede darse ni se dará sino como consecuencia de un acuerdo serio, definitivo y verificable de terminación del conflicto”.
“Que les quede muy claro a las FARC: no me voy a dejar presionar (…) por hechos infames como este para tomar una decisión sobre el cese al fuego bilateral”, aseveró.
Desde Cuba, sede de las negociaciones de paz, las FARC habían manifestado más temprano su “preocupación” ante lo ocurrido, reclamando nuevamente una tregua de ambas partes.
“A todas luces esto tiene su causa en esa incoherencia del gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua”, dijo el comandante Pastor Alape. “Señor presidente Santos, la tregua bilateral es urgente”, agregó.
Tregua violada
Los militares, integrantes de una brigada móvil de control territorial, “fueron atacados con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego” por guerrilleros de la Columna Móvil Miller Perdomo de las FARC, informó el brigadier Mario Valencia, comandante de la Tercera División del Ejército.
En una primera inspección del área, fue hallado además el cadáver de un supuesto guerrillero que “tenía un fusil y estaba vestido totalmente de negro”, agregó Valencia.
Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), el ataque, uno de los más mortíferos desde el inicio de los diálogos de paz, es “grave” pero no romperá las negociaciones, aunque sí afectará la imagen de las FARC.
“Se borra con el codo todo lo que las FARC han hecho con las manos. Es muy costoso en términos de apoyo ciudadano y muestra una baja capacidad de control de las columnas móviles (…) por parte del secretariado” de la guerrilla, dijo a la AFP.
En el último mes las FARC violaron su tregua cinco veces, dejando dos soldados muertos y 13 personas heridas, indicó un informe del CERAC difundido el viernes, que da cuenta de “un aumento sustancial” de la actividad violenta de esa guerrilla desde su anuncio de tregua.
La Fiscalía, que catalogó lo ocurrido como un “crimen de guerra”, ordenó una investigación, en tanto la Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos, lo consideró “abiertamente contradictorio” con el discurso de los negociadores de las FARC.
El expresidente Álvaro Uribe, feroz opositor al proceso de paz, no tardó en cuestionar al gobierno. “Santos, no nos engañe más por favor, no justifique el asesinato de nuestros soldados con el cuento de la ‘guerra que quiere terminar’”, tuiteó.
Fundadas en 1964 tras una insurrección campesina, las FARC cuentan con unos 8.000 combatientes. El conflicto armado colombiano ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.