El próximo domingo se festeja la Pascua de Resurrección y, como es tradición, los niños de todo el país buscarán huevitos de chocolate. Esta divertida actividad puede volverse un problema si no se toman las medidas adecuadas, ya que si bien varios estudios concluyen que el chocolate es bueno para la salud, comer en exceso o comprar productos de mala calidad puede ser dañino.
Es imposible pensar que en esta festividad los niños no van a comer huevitos o solo comerán uno. Tampoco se les puede prohibir su consumo; por esta razón, la nutricionista del centro médico Hospital del Trabajador ACHS, Francisca Vallejos, aconseja racionarlos, comer idealmente temprano para poder gastar esas calorías durante el día y también fijarse en el tipo de chocolate que se está comprando.
“No tiene sentido prohibir o negar las golosinas, por lo que la mejor alternativa es su consumo equilibrado y aumentar el juego activo. Algunos chocolates son algo más caros, pero el contenido de cacao que éstos tienen es lo que importa”, indicó.
El chocolate tiene propiedades antioxidantes beneficiosas para la salud, puede disminuir la presión arterial y el riesgo de accidentes cerebrovasculares, aumentar el colesterol bueno e, incluso, mejorar el estado de ánimo.
Pero estos beneficios se cumplen siempre y cuando se coma chocolate negro (con más de 70% de cacao), en pequeñas cantidades y sin azúcar añadida. Estos productos contienen polifenoles y flavonoides, sustancias con efectos beneficiosos para la salud.
“En la medida que el chocolate tiene mayor cantidad de pasta de cacao va a tener una concentración de ácidos grasos que no afectan significativamente nuestro perfil lipídico. Sin embargo, un chocolate de baja calidad, que en vez de manteca de cacao contiene manteca sintética o industrial puede, ser nocivo para el organismo y dañino para la salud”, dice.
El problema es que difícilmente lo que dejará el conejito de Pascua sea un producto con tantos beneficios. Por esta razón es importante verificar la etiqueta nutricional, a fin de optar por aquellos que contengan menos grasas saturadas y colesterol. 20 gramos de chocolate equivalen a 4 unidades de los más pequeños, los que contienen 112 calorías en total.
Según Francisca Vallejos, los niños sanos no deberían consumir más de 30 gramos por día, mientras que a los con sobrepeso u obesidad se les recomienda comer una vez al mes 40 gramos como máximo. Sin embargo, un niño ingiere después de Semana Santa alrededor de 8 huevitos diarios (40 gramos), lo que significa 224 calorías, a las que se suman las de otros dulces y alimentos con azúcar.
Este exceso de calorías impacta el estado nutricional de las personas, provocando un aumento de peso. Además, al ser algunos chocolates sólo grasa y azúcar, el organismo los absorbe rápidamente, lo que puede descompensar a personas diabéticas o resistentes a la insulina, aumentando los niveles de glucosa en la sangre.
“El exceso de chocolate en un lapso breve puede provocar estreñimiento, gases, gastritis, problemas al colon y aumento de peso. Cuando se ingieren otros alimentos con grasas, pero que incluyen fibra, como las nueces o almendras, se regula la absorción de grasa y azúcar”, indica Vallejos.
Contrarrestar la ingesta calórica
La nutricionista del Hospital del Trabajador ACHS asegura que, debido al gran aporte calórico de los huevitos y a lo demandados que son en estas fechas, es ideal aumentar la ingesta de frutas y verduras y en paralelo disminuir las frituras y grasas. “Lo importante es que este domingo se preparen más ensaladas, más frutas y menos alimentos con alto contenido calórico. Si los hábitos alimentarios de la familia son saludables, el consumo de chocolates en Semana Santa no alterará el esquema normal de alimentación”.
Junto con esto, la especialista recomienda hacer distintas actividades en torno a los huevitos y a la festividad, que distraigan la atención de los niños de los chocolates y les permitan quemar las calorías consumidas.
“Más que prohibir o restringir, la idea es no perder el sentido de la Semana Santa y no confundir su verdadero significado, generando actividades más lúdicas en torno a la fiesta. Por ejemplo, pintar huevos de codorniz con colorantes naturales, o cuando se hable del conejo de pascua jugar con lo que se “alimenta el conejo”; verduras como zanahoria y lechuga. Además consumir jugos naturales, brochetas de frutas y galletas integrales con formas de huevos o conejos”, aconseja Vallejos.
Claves
Por otro lado, Waleska Willson, académica y nutricionista de la Universidad San Sebastián, también entrega algunas recomendaciones para evitar trastornos o problemas estomacales y alzas de peso.
- Un niño de 6 a 8 años y peso normal no debiera consumir más de 3 a 5 huevitos en el día.
- Aumentar en esos días el consumo de futas y verduras para compensar el aporte de azúcar.
- Adquirir los huevitos en comercio establecido, que garantice la calidad del producto y su inocuidad.
- Preferir comprar aquellos que contengan un 60% o más de pasta de cacao, y que estén endulzados con stevia o sucralosa en vez de azúcar, ya que un huevito aporta entre 50 a 100 calorías por unidad, lo que equivale a 3 o 4 cucharaditas de azúcar.
- El hecho que contenga mayor cantidad de cacao significa que tiene un mayor aporte de antioxidantes, lo cual protege el sistema cardiovascular.
- No perder de vista la cantidad de grasas y azúcar que poseen. Las “calorías vacías” son calorías sin aporte de otros nutrientes, por ende solamente sirven para aumentar de peso.
- Reemplazar los huevitos por fruta cubierta con chocolate (frutillas, zanahorias baby, frambuesas, trocitos de manzana).
- Preparar en casa y con los niños galletas con forma de conejo, con harina integral y chips de chocolate, endulzadas con stevia o sucralosa.