Los bombardeos aéreos de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí inutilizaron el principal aeropuerto de Yemen, al tiempo que la Liga Árabe afirmaba el domingo que los ataques proseguirán hasta que los rebeldes hutíes “entreguen las armas”.

“La operación seguirá hasta que la milicia de los hutíes se retire y entregue las armas”, declaró el secretario general de la Liga, Nabil al Arabi, en Sharm el Sheij (Egipto), donde tuvo lugar una cumbre árabe dedicada en parte a la crisis yemenita.

Por cuarta noche consecutiva, la coalición bombardeó objetivos de la rebelión de los hutíes, que contarían con apoyo de Irán, y del expresidente Alí Abdalá Saleh.

En Adén, segunda ciudad del país, en el sur, los combates nocturnos entre partidarios y antihutíes dejaron al menos 20 muertos, mientras que el balance por los actos violentos desde el pasado jueves asciende ya a cerca de 100 fallecidos.

Los aviones de la coalición árabe bombardearon en la noche del sábado la pista del aeropuerto de la capital, Saná, que está desde entonces fuera de servicio.

“Es la primera vez que bombardean la pista” desde el inicio de la operación militar, el pasado jueves, precisó una fuente del aeropuerto.

Los aviones atacaron también el cuartel general de la Guardia Republicana, aliada de los hutíes, abatiendo a quince soldados, indicó el domingo a AFP una fuente militar. La base está situada en Al Subaha, en el oeste de Saná.

El hospital militar de la capital recibió los cuerpos de doce soldados, así como a 18 heridos, señaló por su parte una fuente médica.

La mayor parte de la Guardia Republicana ha permanecido fiel a Saleh, que estuvo en el poder de 1978 a 2012 y quien está acusado por sus detractores de ser el cerebro de la ofensiva de los hutíes.

En Hodeida, ciudad portuaria en el oeste de Yemen controlada por los hutíes, los aviones de la coalición apuntaron contra una base aérea, según testigos. En Saada, feudo de los hutíes en el norte, una base de una brigada de artillería, fiel al expresidente Saleh, fue también blanco de un bombardeo.

Yemen se sumió en esta guerra estos últimos días a raíz del avance fulgurante de la rebelión chiita y de sus aliados hacia Adén, que provocó la respuesta militar de una coalición de una decena de países árabes para ayudar al presidente Abd Rabo Mansur Hadi.

Confusión en Adén

En Adén, principal ciudad del sur del país, reinaba la confusión el domingo después de una noche de combates entre los comités de defensa de los barrios, fieles a Hadi, y los hutíes, que dispararon cañonazos en el aeropuerto, según fuentes militares y de seguridad.

Los enfrentamientos para controlar el aeropuerto continuaron después de que los rebeldes hubieran conseguido recuperar una posición estratégica perdida el día anterior a costa de nueve muertos en sus filas, según una fuente militar.

Cinco miembros de los comités de defensa fueron abatidos al expulsar de la pista del aeropuerto a los rebeldes quienes, en su huida, dispararon cañonazos provocando varios incendios señalaron a la AFP un oficial de seguridad y una fuente médica.

En la entrada norte de Adén, un convoy de la rebelión que llegaba de la provincia vecina de Dhaleh se enfrentó a combatientes hostiles, antes de seguir avanzando y establecer su cuartel general en el Ayuntamiento de Dar Saad, informó una fuente militar.

Los actos violentos en Adén han dejado más de 95 muertos en los cuatro últimos días.

La ciudad está sumida en el caos después de la partida del presidente Hadi el jueves hacia Arabia Saudí, adonde regresó el sábado, tras haber participado en la cumbre de Sharm el Sheij. Hadi no tiene intención de regresar a Yemen por ahora.