Ante las numerosas críticas que diferentes sectores han hecho al nombramiento de Juan Barros como obispo de Osorno, fue este mismo quien respondió a las acusaciones de su presunta vinculación con el sacerdote Fernando Karadima.

En una carta explica su ausencia durante enero y febrero debido al mes de retiro espiritual de San Ignacio de Loyola. Además da cuenta de su reunión con el papa Francisco en Roma, asegurando que fue este quien lo animó para “asumir este nuevo encargo pastoral con humildad y generosidad, sirviendo en nombre de Jesucristo al pueblo de Dios en Osorno”.

En cuanto a la críticas y opiniones que se han generado durante este último tiempo, Barros dijo que nunca tuvo conocimiento de alguna denuncia “respecto del sacerdote Karadima siendo Secretario del Cardenal Juan Francisco Fresno, y jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas”.

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De esta manera, quien será el nuevo obispo de Osorno asegura que “no he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos. Hubo una investigación exhaustiva por instancias competentes civiles y eclesiásticas para discernir las responsabilidades y sanciones”.

El sacerdote señaló que en la Iglesia no existe lugar para personas que cometen este tipo de abusos, y que la prevención de estos hechos debe ser un pilar fundamental en el camino que siguen quienes están ligados a esta institución religiosa.

“Quiero recordar que he adherido plenamente a la sentencia condenatoria de la Congregación para la Doctrina de la Fe al sacerdote Karadima. Como tantos jóvenes y familias, yo llegué a participar a la Parroquia del Sagrado Corazón en tiempos hermosos de espiritualidad y apostolado, pero terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos. El daño que ha causado es enorme”, explica Barros en la carta publicada en Conferencia Episcopal de Chile.

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El sacerdote dijo lamentar el dolor, tristeza y desconcierto que se han desencadenado en la opinión pública y el pueblo de Dios, asegurando que confía que se podrá logar un trabajo conjunto con la comunidad de Osorno para poder crecer “con la serena unidad en nuestra tan alegre tarea evangelizadora”.

“Les pido con humildad que recen mucho por mí. Agradezco a todos los que me han fortalecido especialmente en estos dolorosos días con sus plegarias y muestras de solidaridad”, dijo Barros.

Finalmente, quien será obispo de Osorno, indicó que desea cumplir de la mejor manera la tarea encomendada por el papa Francisco.