Ernesto Silva era sin duda la cara visible de una renovación generacional dentro de la UDI, sin embargo no fue capaz de terminar su mandato en medio de la crisis política en el gremialismo generada por el caso Penta.
Silva de 39 años, es diputado por el distrito número 23 de la región Metropolitana (Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura) y el 10 de marzo de 2014 asumió como Presidente de la Unión Demócrata Independiente, hasta su renuncia este miércoles.
Arista política del caso Penta
En octubre de 2014, el caso Penta tuvo un giro que lo llevó hacia una arista política, luego de que Hugo Bravo, ex gerente del holding, declarará que parte de los dineros obtenidos en los fraudes tributarios tenían como objetivo financiar campañas electorales de manera irregular.
Fue ahí cuando se conocieron nombres de políticos de la UDI que habrían recibido diferentes aportes monetarios para financiar sus campañas fuera del marco regulatorio vigente.
Dentro de los nombres que dio Bravo, se encontraban los senadores de la UDI, Iván Moreira, Ena von Baer, además de los diputados, Javier Macaya, Felipe Mussy y el mismísimo Ernesto Silva.
También habrían recibido dinero irregular, Pablo Zalaquett y Jovino Novoa.
Conflicto de interés en Ley de Isapres
La presión para Silva comenzó a crecer cuando se empezaron a unir cabos y fue acusado de conflicto de interés en la votación sobre la Ley de Isapres a favor de las empresas de salud privada, donde tuvo una importante participación con los lobbistas.
En esa ocasión un reportaje publicado por Ciper indicó que Silva obró en el Congreso en favor de la Isapre Banmédica, donde poseía acciones a través de la sociedad familiar Inversiones y Asesorías Sydarta.
Además, luego salió a la luz pública que Carlos Eugenio Lavín, uno de los dueños de Penta, envió un e-mail a Ernesto Silva pidiendo gestiones por Ley de Isapres.
Manejo comunicacional por financiamiento irregular de campañas
Por otra parte, dentro del gremialismo se cuestionó que la directiva saliera en bloque a reconocer los hechos de financiamiento irregular, ya que según algunos dirigentes eso significó que la ciudadanía vinculara la arista política del caso como una situación de partido.
De la misma manera se criticó que los parlamentarios involucrados, no reconocieran antes sus vínculos con las irregularidades.
Cabe señalar que el senador Iván Moreira reconoció recibir dinero para su campaña fuera del marco legal, en una declaración desde la sede de la UDI donde se cubrieron los logos de la colectividad en la sala de conferencia.
Lazos familiares entre Penta y Ernesto Silva
El líder de la UDI, Ernesto Silva Méndez, es hijo de Ernesto Silva Bafalluy y María Cristina Méndez. Esta última es hermana de Verónica Méndez, cónyuge de Carlos Alberto Délano, otro controlador del Grupo Penta.
Por tanto, Carlos Alberto Délano, uno de los principales implicados en el caso, es tío político del diputado.
Y no solamente hay un vínculo familiar, también empresarial ya que en 1991, Ernesto Silva Bafalluy, junto a Carlos Alberto Délano, Carlos Eugenio Lavín, Cristián Larroulet, Joaquín Lavín, Federico Valdés y Alfredo Valdés, crearon la inmobiliaria Ainavillo, propietaria en aquellos años de las dependencias de la Universidad del Desarrollo (UDD).
Penta controla Inmobiliaria Ainavillo, que recibió por años el dinero proveniente del arriendo de sus edificios a la UDD.
Vínculos entre Silva e imputado en el caso Penta
El dato más reciente, fue dado a conocer por La Tercera que reveló un correo electrónico de mayo de 2010 enviado entre Iván Alvarez, ex fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos (SII), y Marcos Castro, gerente de contabilidad de Penta donde se revelan gestiones irregulares.
En el correo habría una lista de 22 personas y empresas a las cuales se les habrían revisado sus declaraciones rectificatorias de impuestos, algo realizado de manera irregular, entre quienes aparece el diputado Silva, su padre Ernesto Silva Bafalluy, Manuela Suárez Lavín, Max Lavín, y varias compañías.
Cuestionamientos internos
De esta manera, distintos militantes de la UDI comenzaron a presionar a través de declaraciones para Silva diera un paso al costado, con dichos tan claros como los del alcalde de Colina, Mario Olavarría, quien dijo que “esta directiva no puede continuar”.
A su vez, el senador Víctor Pérez señaló que este hecho ha causado un “gran daño” a la política chilena y al partido, asegurando que el daño los va a obligar a comenzar una nueva etapa, ya que hay un punto de inflexión en la UDI.
Por estos motivos, tras la renuncia de Silva, se anunció que la UDI desarrollará un consejo ampliado este viernes, donde definirán quién liderará el partido en la siguiente etapa de una crisis que aún no termina.