El presidente venezolano Nicolás Maduro impuso este sábado visa obligatoria para estadounidenses que visiten Venezuela como un mecanismo de “control” contra injerencias de Washington, y anunció que se les negará el ingreso a los ciudadanos de ese país acusados de “terroristas” que soliciten visa, entre ellos el ex presidente George W. Bush.
“Para proteger a nuestro país (…) he decidido implantar un sistema de visado obligatorio para todo estadounidense que ingresa a Venezuela”, dijo el mandatario en un discurso público durante una manifestación de simpatizantes chavistas.
“Un conjunto de jefes políticos de Estados Unidos que han violado los derechos humanos bombardeando” a países como Siria, Irak o Afganistán “no podrán ingresar a Venezuela por terroristas”, indicó.
Citó entre ellos al ex presidente George W. Bush, al ex vicepresidente Dick Cheney y a los congresistas republicanos Bob Melendes y Marco Rubio.
En su encendido discurso, Maduro también ordenó a la cancillería venezolana revisar, conforme a la convención de Viena, el número de diplomáticos estadounidense destacados en Caracas.
Los estadounidenses “tienen 100 funcionarios, nosotros tenemos 17 (en Washington). ¡Términos de igualdad entre los estados”, proclamó Maduro ante la multitud reunida en torno del palacio presidencial de Miraflores al cumplirse 26 años del levantamiento popular conocido como el “Caracazo.”
El mandatario también advirtió que toda reunión que celebren los diplomáticos estadounidenses en Venezuela deberá ser conocida y autorizada previamente por el gobierno local.
Maduro explicó que tomó la decisión de exigir visado tras la captura de un piloto estadounidense de origen latinoamericano en el estado de Táchira, sospechado de realizar actividades “encubiertas” de espionaje.
Desde la llegada al poder, en 1999, de Hugo Chávez, un ferviente crítico de la “política imperialista” estadounidense, Washington y Caracas han sostenido distintos roces diplomáticos que desembocaron en el retiro de embajadores desde 2010 y luego la expulsión de varios diplomáticos estadounidenses, los tres últimos en octubre de 2013, ya bajo gobierno de Nicolás Maduro.
En diciembre, Estados Unidos impuso sanciones, incluyendo restricciones de visas y en algunos casos congelamiento de bienes, a funcionarios venezolanos involucrados, según afirmó, en casos de violaciones de derechos humanos y corrupción.