La Corte Suprema dictó sentencia por la investigación de los secuestros calificados de José Flores Araya y Rodolfo González Pérez, el primero detenido el 23 de julio y el segundo el 23 de agosto de 1974.
En fallo unánime la Segunda Sala de la Corte Suprema, acogió el recurso de casación para condenar al Fisco por el daño moral que afecto a Magaly González Pérez, hermana de una de las víctimas, la que además recibirá una indemnización de 70 millones de pesos
Con esta medida, se ratificó la sentencia que condenó a ex integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), César Manríquez Bravo, Marcelo Moren Brito, Gerardo Urrich González, Manuel Carevic Cubillos, Hernán Ramírez Hald y Haroldo Latorre Sánchez a penas de 10 años y un día de presidio como responsables de ambos ilícitos.
El fallo explica que ” la acción indemnizatoria deducida como de naturaleza meramente patrimonial, porque los hechos en que se la sustenta son ajenos a una relación contractual o extracontractual, sino configurativos de un delito de lesa humanidad, del cual emana, además de la acción penal, una civil reparatoria”.
De acuerdo a la investigación llevada acabo, Rodolfo González Pérez de 19 años, era conscripto de la FACH, siendo detenido en su domicilio “por un sujeto joven que ingresó a la casa y conversó un rato con él y luego se fueron sin decir dónde”
Luego que se pronunciara el golpe militar, González fue designado a filas de la DINA, por lo que entre sus labores tenía que custodiar a los detenidos que se encontraban en el Hospital Militar, a quienes ayudaba entregándoles correspondencia de sus seres queridos, por lo que finalmente fue delatado por Luz Arce.
Ante esta situación, fue llevado hasta “Villa Grimaldi”, donde los demás agentes de la DINA lo “trataron muy mal, de un modo despectivo por ser ‘traidor’. Fue torturado y para escapar de los castigos se lanzó desde “La Torre” y resultó herido de su pierna derecha hasta que un día fue sacado de ese recinto y nunca más se supo de su paradero”, explica el documento.
En cuanto a José Orlando Flores Araya, también de 19 años, era militante del Partido Comunista (PC) y estudiante secundario. Su detención se gestó en la Escuela Industrial “4 Álamos” de Maipú, desde donde fue sacado y aprehendido por ser “portador de una lista para conseguir dineros para el Partido Comunista y fue trasladado hasta la Escuela de Suboficiales del Ejército ubicada en Blanco Encalada N°1550″. En ese recinto fue reconocido por el profesor José Alfaro.
Flores fue puesto a disposición de agentes de la DINA, sin que su libertad se registrara. Ambos detenidos fueron trasladados hasta Villa Grimaldi, en donde Alfaro escuchó nombrar el nombre del joven, quien fue torturado en al menor tres ocasiones.
“El día 29 de agosto un agente de la DINA concurrió a la casa del detenido señalándole a la madre que su hijo se encontraba a disposición de la DINA, perdiéndose todo rastro suyo hasta la fecha”.