Termina el verano y mujeres y hombres comienzan a preocuparse por esos kilitos de más que subieron durante las vacaciones. Bajarlos es una tarea relativamente sencilla al retomar la rutina, volver a los hábitos alimenticios y, sobre todo, si se tiene claro que lo que se comió durante el verano era un “chipe libre”.
“Durante las vacaciones todos nos relajamos y, probablemente, subimos entre 3 y 5 kilos. Lo importante es que cuando se acaba el verano hay que ser conscientes que también se terminan los helados, galletas, dulces, papas fritas y bebidas; y debemos volver a consumir alimentos más saludables como frutas y verduras”, asegura Rinat Ratner, asesora del programa Vivir Bien de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos.
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Para retomar el equilibrio, es importante comer cinco veces al día, e incorporar dos colaciones, a media mañana y otra en la tarde como un yogurt, 30Gr de almendras o una fruta. Además, hay que tener especial cuidado con el tamaño de las porciones de alimentos que se consuman.
Al respecto, la especialista de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos señala que es importante consumir un almuerzo abundante y no caer en la ensalada a la hora de almuerzo y comida, porque inevitablemente van a sentir hambre y terminarán comiendo a deshora.
“El principal error es que llega marzo y dejamos de consumir calorías. Está muy bien incluir en la dieta más verduras, especialmente las verdes, pero con una dieta solo de verduras el objetivo final que es perder peso no se logrará. En un comienzo bajarán kilos, pero luego el organismo se estanca. Incluso, en casos más severos el metabolismo reconoce esta falta de nutrientes, por lo que comienza a utilizar menos calorías para funcionar, y finalmente la baja de peso no se produce”, destaca.
La nutricionista de Sodexo recomienda reemplazar aquellos alimentos que se encuentran en la punta de la pirámide alimenticia, los denominados “superfluos”, por frutas, verduras frescas de la temporada, legumbres, carnes (de preferencia blancas), pescados y cereales integrales. Estos son alimentos ricos en nutrientes que favorecen la concentración, el ánimo y regulan el tránsito intestinal.
Finalmente, hay que olvidarse de las dietas relámpago o milagrosas, que por estos meses abundan en internet y que prometen resultados inmediatos. A la larga no resultan beneficiosas para el organismo y tampoco cumplen las expectativas, porque la mayoría de ellas producen el denominado efecto rebote cuando se abandonan.