El documental Citizenfour se llevó el domingo el Óscar a Mejor documental, el último premio de una serie de reconocimientos para los periodistas que han echado luz a los valiosos documentos clasificados que filtró el excontratista de la NSA, Edward Snowden.
La película producida por Laura Poitras revela cómo trabajó con otros reporteros para destapar a los programas de vigilancia de gran alcance de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense y otros servicios de inteligencia, revelaciones que causaron estupor en Estados Unidos y el mundo.
Al recibir el trofeo en el teatro Dolby de Hollywood acompañada por el equipo del documental, Poitras afirmó que Snowden “reveló las amenazas a las que está expuesta nuestra democracia, no solo nuestra privacidad”.
El propio exanalista, que vive en Rusia ante la imposibilidad de regresar a su país, felicitó en seguida a la directora.
“Mi deseo es que este galardón dé fuerzas a otras personas para ver esta película y se inspiren con el mensaje de que ciudadanos normales, que trabajan juntos, pueden cambiar el mundo”, aseguró Snowden en un comunicado.
Citizenfour trata sobre una serie de conversaciones con Snowden filmadas en Hong Kong, donde el excontratista explica el poderoso aparato de inteligencia del gobierno estadounidense y sus aliados.
Durante el documental se muestra a Snowden, quien utilizaba el nombre ‘Citizenfour’ como alias cuando se contactó por primera vez a Poitras, explicándole estos programas a ella, Glenn Greenwald y el periodista de The Guardian Ewen MacAskill.
Poitras contó en un reciente foro del diario New York Times que la película “tiene algo esperanzador (…) porque son personas que básicamente están dispuestas a ser valientes y decir algo que han visto como malo en el mundo”.
En una entrevista con la AFP en Los Angeles este mes, Poitras contó que “su motivación para el documental era realmente contar la historia tal cual sucedió, cuáles eran las razones y por qué (Snowden) tomó los riesgos que tomó”.
La gravedad en la naturaleza de las revelaciones hizo que los periodistas se convirtieran de la noche a la mañana en celebridades.
The Guardian y The Washington Post ganaron el Premio Pulitzer el año pasado por informar sobre las revelaciones.
Poitras, que fue el punto de contacto con Snowden, tuvo la inusual distinción de compartir la firma en ambos diarios sobre el tema.
Snowden: ‘No sobre mí’
La película, que se presentó en teatros antes de su estreno el lunes en el sistema de cable premium HBO, ganó un premio BAFTA, así como premios del Directors Guild of America, the National Society of Film Critics y otros.
Greenwald, que dejó The Guardian para unirse a un sitio de noticias online The Intercept, compartió el premio George Polk por coberturas sobre la Seguridad Nacional, entre otros permios.
Snowden contó al foro del diario Times que la película trata sobre mucho más que él.
“En definitiva no es una película sobre mí, es una película sobre nosotros, sobre este viaje, sobre este momento, sobre esta travesía de revelaciones”, dijo.
“No tengo en realidad un papel en él (documental). Nunca fui lo importante, excepto como un mecanismo inicial”.
Además agregó que rechazó la idea “durante mucho tiempo” porque “cuando estás involucrado en una acción por la cual es probable que seas acusado, normalmente no tienes una cámara filmando”.
Cuando decidió trabajar con Poitras, Snowden dijo que quería dejar en claro que no era “una acción hostil” contra el gobierno, sino una acción “de interés público”.
Greenwald le contó al mismo foro que la película y otras coberturas basadas en los documentos de Snowden han tenido un “impacto extraordinario” a nivel mundial “porque la intensidad del debate que se desencadenó no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero ha cambiado la percepción de muchas cosas”.