El gobierno griego “no aceptará ningún ultimátum”, pero “mantiene su compromiso de encontrar una solución consensuada útil con sus socios europeos”, dijo este martes una fuente gubernamental griega tras el fracaso de la reunión del lunes con el Eurogrupo.
“El gobierno griego está determinado a cumplir con el mandato popular y a honorar la historia de la democracia en Europa”, dijo esta fuente tras la brusca interrupción de las negociaciones con los socios del Eurogrupo.
Los ministros de Finanzas de la zona euro dieron a Atenas plazo hasta el viernes para que pida una prórroga del actual programa, que vence el 28 de febrero, a lo que se oponen las nuevas autoridades griegas.
Según esta fuente gubernamental griega, el texto presentado el lunes por la noche en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro “incluía puntos que Atenas no puede aceptar, como la extensión técnica de seis meses del programa actual, calificado de etapa transitoria”.
“El plan actual de ayuda ha provocado una crisis humanitaria y ha llevado la economía a un callejón sin salida. El resultado de las elecciones del 25 de enero (fecha de la victoria de la izquierda radical Syriza, que aboga por el fin de la austeridad) y el sentido común son los que imponen el fin de este programa”, dice esta fuente.
El texto propuesto por Atenas, según dicha fuente, en la reunión del Eurogrupo comprendía “medidas para adoptar un sistema de imposición más justo, limitar las repercusiones de la crisis humanitaria y (…) aliviar la deuda”.
“Estos puntos, asegura la fuente, son la base para una prórroga de la ayuda actual que podría tomar la forma de un programa puente de cuatro meses, y que sería una fase transitoria para un acuerdo que va a conducir al crecimiento de Grecia”, agregó la fuente.