Personeros cercanos a Andrónico Luksic aseguraron que el dueño del Banco de Chile se reunió con Sebastián Dávalos y su esposa Natalia Compagnon, para no hacer “un desaire” a parientes de la presidenta Michelle Bahelet.
“Complicado por hacerle un desaire a los parientes de la que se perfilaba sería la futura Mandataria, el empresario de origen croata accedió”, aseguraron fuentes ligadas al multimillonario, citados el domingo por El Mercurio.
Quien solicitó la reunión fue Sergio Bustos, gerente de Exportadora y de Gestión Caval, quien estipuló que al encuentro acudirían Compangnon y Dávalos, hijo de la ex presidenta y en ese entonces candidata presidencial.
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La cita, realizada el 6 de noviembre de 2013, tuvo especial cuidado ya que Dávalos ingresaba en la categoría de Personas Expuestas Políticamente (PEP), aquella que incluye a autoridades de los poderes del Estado y sus familiares. Si bien, el hijo de Bachelet no era aún parte de ese grupo, si se le aplicó esta condición puesto que “era obvio que -su madre- sería la próxima presidenta”.
Quienes conocieron el proceso comentaron que era “inusual que Luksic reciba en persona a los solicitantes de un crédito de un monto de esa magnitud”, sobretodo al tratarse de “una empresa como Caval cuyo capital era de $6 millones”.
Según detalló el matutino, desde los años 80, cuando Luksic estaba en el Banco O’Higgins, no participaba de una reunión para otorgar un crédito.
Finalmente, el 13 de diciembre de ese año -dos días antes de que se efectuara la segunda vuelta entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei-, el crédito se aprobó, con las consecuencias actuales de la salida de Dávalos de su cargo en el Gobierno y un arrepentimiento de Luksic de haberlo recibido.
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Luksic, afirmaron cercanos, llamó personalmente a todos los directivos del Banco de Chile, a quienes les detalló la transacción, así como también explicó lo sucedido a sus hermanos y familia, quienes le reprocharon la cita que más allá de la buena intención, entregaba una imagen negativa al banco y al grupo.
A pesar de los cuestionamientos, desde el Banco de Chile aseveraron que el crédito fue “un buen negocio”, aun cuando el Santander y el Itaú lo rechazaron, justamente por considerarse a Dávalos como de categoría PEP.