El juzgado militar de Guantánamo suspendió este lunes una audiencia preliminar del proceso por los atentados del 11 de septiembre, debido a que uno de los acusado objetó la presencia en el tribunal de un intérprete que probablemente trabajó en una prisión secreta de la CIA.
En la reanudación del debate, después de seis meses de pausa, uno de los cinco acusados, el yemení Ramzi ben al-Chaiba, indicó al juzgado que él “no puede confiar” en su intérprete debido a que antes “trabajó en un ‘sitio oculto’ con la CIA” y aseguró que le “conocía desde entonces”.
“Tenemos exactamente el mismo problema”, declaró Cheryl Bormann, la abogada del acusado Wallid ben Attach. “Mi cliente me ha dicho esta mañana que hay alguien en esta sala que participó en tortura ilegal”, según la transcripción de los debates.
En total, los abogados de cuatro de los cinco acusados, incluido del cerebro de los atentados del 11 de septiembre, Khaled Cheikh Mohammed, pidieron al juzgado tomar conocimiento de la presencia del intérprete al comienzo de la audiencia.
Después de unos pocos minutos, el juez James Pohl suspendió la audiencia hasta la mañana del miércoles, tiempo durante el cual las partes se reunirán a puerta cerrada para dirimir la controversia.
Será la primera audiencia preliminar del proceso del 11 de septiembre, cuya fecha de apertura no se ha anunciado, desde agosto.
Los cinco hombres presos en Guantánamo no habían comparecido ante el tribunal militar desde la publicación, en diciembre, del reporte del Senado sobre las torturas infligidas en las prisiones secretas de la CIA.
El reporte precisó que Khaled Cheikh Mohammed fue sometido a 183 sesiones de simulación de ahogo y otras técnicas de interrogatorios reforzados en los sitios de la CIA, donde sus coacusados estaban también internados.
Ellos podrían enfrentar la pena de muerte por el fallecimiento de más de 3.000 personas el 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos.