Cada día queda más claro que los hombres también son sensibles. Poco queda de esa regla general que los catalogaba a todos como unos “fríos”, pues los nacidos bajo el género masculino ya no temen enseñar la sentimentalidad escondida en su corazón.
Así lo demostró un estudio, el cual no sólo aseguró que ellos también sienten, sino que también dejó en claro que son los varones a quienes se les dificulta más la idea de olvidar a su ex luego de terminar con ella.
Fueron los sociólogos de la Wake Forest University y la Florida State University, quienes revelaron que los hombres -especialmente lo más jóvenes- se sumergen en un profundo sentimiento de soledad y aislamiento tras la ruptura, además de superarla de manera lenta y dolorosa.
Falta de socialización
El gran error de los hombres, es que no comparten sus inquietudes y tristezas con los demás: reprimen sus sentimientos para mantener una imagen firme. Y, en el caso de quien sí quiere desahogarse, difícilmente contará con amigos reales que le ayuden a solucionar su situación.
Según contó Susana Ifland, terapeuta de parejas y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Sociología Clínica, “uno de los aspectos que más influye en la melancolía de los hombres tras romper con su pareja, es tener que enfrentarse a la tarea de recomponer su mundo social”.
La experta aseguró que la costumbre de los varones a salir en pareja, les hace perder la capacidad de relacionarse por sí mismos. “Ellos se acostumbran a compartir mucho tiempo con su círculo social o con la familia de ella”, señaló Ifland.
Un parche para cubrir la soledad
Otro error que cometen ellos, es recurrir de inmediato a buscar otra persona que reemplace el hueco que dejó su pareja. Después de terminar la relación, el hombre normalmente se sentirá con ganas de salir con otros individuos, “pero después de citas fracasadas, se dan cuenta de que va a tomar un largo tiempo alcanzar el nivel de comodidad que tenían con su ex”, afirmó.
No es amor realmente lo que buscan quienes nacieron en el género masculino, sino que es el apuro de cubrir esa necesidad de compañía y seguridad dejada por su pareja anterior.
“La mayoría de las veces sus expectativas no radican en encontrar a una persona especial, sino a una que sustituya a su ex y llene ese vacío”, apuntó Susana Ifland.