El gobierno uruguayo difundió este viernes la reglamentación del cultivo de cáñamo no psicoactivo, una planta utilizada en el sector textil, la alimentación y la cosmética y cuya explotación fue habilitada hace un año por la ley que reguló el mercado del cannabis en el país.
El decreto que reglamenta el uso del cáñamo permitirá iniciar este cultivo en este país sudamericano, el primero de Sudamérica en autorizar el cultivo de esta planta -calificada por sus impulsores como “nueva soja ecológica”- para uso industrial.
Según el decreto publicado en la página web de la Presidencia, se entiende por cannabis no psicoactivo (cáñamo) a las plantas o sus piezas que no contengan más de 1% de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del cannabis; las semillas no podrán superar el 0,5% de THC.
El control de estos cultivos estará a cargo del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, pero los agricultores deberán inscribirse además en el Registro del Cannabis a cargo del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), creado en la ley que reguló en diciembre de 2013 todo el mercado de la marihuana, desde su producción hasta su comercialización.
El ministerio “preverá mecanismos que permitan la coexistencia del cannabis psicoactivo y el cáñamo industrial”, sostiene el decreto, firmado por el presidente José Mujica, impulsor de la inédita legalización del mercado de la marihuana.
Un año después de la aprobación de la polémica ley, su implementación avanza en forma lenta pero segura, con la apertura en agosto del registro de autocultivadores y en octubre del de clubes de cultivadores.
El gobierno todavía tiene pendiente la reglamentación de la venta de cannabis en farmacias, con un tope de 40 gramos mensuales por usuario. Una docena de empresas fueron preseleccionadas para realizar el primer cultivo, pero aún no se anunció a las elegidas, por lo que se estima que la marihuana no llegaría a las farmacias antes del 1 de marzo de 2015, fecha del cambio de gobierno.
Así, la parte más polémica de la ley -cuestionada por cerca del 60% de la población según encuestas- sería aplicada por el sucesor de Mujica, el oficialista Tabaré Vázquez, un oncólogo abanderado de la lucha antitabaco y que ve la venta de cannabis en farmacias con desconfianza.
Durante la campaña electoral Vázquez advirtió que “va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley”.