Cuatro israelíes murieron este martes en un atentado contra una sinagoga en Jerusalén cometido por dos palestinos, abatidos posteriormente por la policía, en el ataque más mortífero de los últimos años en la Ciudad Santa, escenario de fuertes tensiones.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Israel reaccionará “con mano de hierro a este asesinato de judíos”, que demuestra a su juicio que Jerusalén está sufriendo “una ola terrorista”.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, violentamente criticado por varios ministros israelíes, condenó rápidamente la muerte de “fieles que oraban en una sinagoga” pero también “la muerte de civiles del lado que sean”.
El ataque en un centro religioso, un hecho rarísimo en la Ciudad Santa, amenaza con desbordar una situación ya de por sí muy tensa desde hace meses.
El atentado tuvo lugar a las 07H00 locales (05H00 GMT), en una sinagoga del barrio ultraortodoxo de Jar Nof, en Jerusalén Oeste, considerado un bastión del Shass, un partido religioso.
Los atacantes, Udai y Ghasan Abu Jamal, dos primos oriundos de Jabel Mukaber, un barrio de Jerusalén Este, entraron a la hora de la oración.
“Escuché disparos y uno de los fieles salió del edificio gritando “¡Hay una matanza!”, dijo un testigo a la radio.
Los dos palestinos abatidos por agentes atacaron con “hachas, cuchillos y una pistola”, indicó la policía. El ataque dejó ocho heridos, uno de ellos en estado crítico y tres en estado grave.
Los cuatro israelíes muertos tenían doble nacionalidad, tres de ellos estadounidense y el cuarto, británica.
La muerte de cuatro judíos en un lugar de culto echa leña al fuego en una ciudad donde, desde julio, se registra una fuerte tensión, en particular en la Explanada de las Mezquitas, donde los extremistas judíos quieren obtener la autorización de rezar.
Netanyahu ordenó que las casas de los asaltantes sean destruidas, y el ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich, autorizó el porte de armas fuera de las horas de servicio a los militares y los guardianes de las escuelas.
El barrio de los asaltantes estaba rodeado por la policía israelí, que detuvo a una decena de familiares.
Colonos israelíes atacaron una escuela cerca de Naplusa, en el norte, y lanzaron piedras contra automovilistas palestinos en Hebrón.
Las dos principales fuerzas islamistas palestinas, Hamas y la Yihad Islámica, celebraron el ataque que por el momento no fue reivindicado.
El atentado es una “respuesta al asesinato del mártir Yusef Ramuni”, un conductor de autobús palestino hallado muerto el domingo en su vehículo en Jerusalén Oeste, afirmó Hamas.
La policía israelí concluyó que se trataba de un suicidio, contrariamente al médico forense que examinó el cuerpo de Ramuni, un palestino de Jerusalén Este de 32 años.
Ramuni, padre de dos niños, era un hombre “feliz”, afirmó su familia que rechazó tajantemente la tesis del suicidio.
La Ciudad Santa entró en un ciclo de violencia en julio pasado, cuando extremistas quemaron vivo a un adolescente palestino de Jerusalén Este, para vengar la muerte de tres israelíes.
Desde entonces, se registran enfrentamientos nocturnos cotidianos en la parte oriental y palestina de la ciudad, anexionada por Israel.
La escalada franqueó una nueva etapa hace un mes cuando un palestino embistió con su automóvil una estación de tranvía. Otros dos palestinos siguieron su ejemplo con sendos ataques mortíferos en Jerusalén y Cisjordania ocupada.
Después tuvo lugar una serie de ataques con puñales que llegó a las calles de Tel Aviv.
Hamas llama a redoblar los ataques
Ninguno de esos ataques fue directamente reivindicado, pero algunos fueron cometidos por miembros de la Yihad Islámica o de Hamas.
Abas, que debe próximamente pedir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un calendario para el fin de la ocupación de los territorios palestinos, reiteró el martes que “la ocupación es la causa de las tensiones”.
El ministro israelí de Economía, Naftali Bennett, jefe del partido religioso nacionalista Hogar Judío, denunció la responsabilidad de Abas.
“Mahmud Abas con sus incitaciones a la violencia declaró la guerra a Israel y debemos reaccionar consecuentemente”, declaró Bennett.
El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó el “horrible ataque” e hizo un llamamiento a la calma, lo mismo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Rusia instó a ambas partes a “refrenar a los extremistas”.
Por otra parte, el Congreso de los Diputados español aprobó una proposición no de ley para reconocer el Estado palestino en coordinación con la Unión Europea.