El gobierno boliviano firmó este viernes el contrato para la construcción de una nueva casa de gobierno que remplazará desde enero de 2016 al actual Palacio Quemado, que alberga al poder Ejecutivo desde el siglo XIX.
La construcción de 28 pisos estará edificada en un lote de 1.877 metros cuadrados, contiguo a la actual casa de gobierno, a un costo de alrededor de 33 millones de dólares y podrá dar abasto a los despachos del presidente y vicepresidente y a tres ministerios más.
En una ceremonia en la que se presentó la maqueta de la Casa Grande del Pueblo, el presidente Evo Morales, recientemente reelecto para el período 2015-2020, dijo que la construcción “no es un lujo (porque) lamentablemente el Palacio queda chico”, saliendo al cruce de críticas de la oposición.
Morales, de raíces étnicas aymaras, pidió celeridad en la construcción porque su “deseo es compartir tres o cuatro años la Casa Grande con el pueblo boliviano”.
La nueva edificación -que incluirá un helipuerto- tiene motivos andinos, en contraste con el actual estilo neoclásico del Palacio Quemado, llamado así porque una turba lo incendió en 1875 en uno de los muchos conatos de golpe de Estado de la historia boliviana.
La actual construcción que, según el mandatario, corresponde a la etapa colonial, quedará para el turismo, “como museo para ver cómo era el Palacio colonial”, según Morales.
El Palacio Quemado fue declarado hace décadas patrimonio arquitectónico de La Paz por el gobierno municipal de la capital.