Aunque todas las relaciones deben enfrentar problemas alguna vez, lo ideal es que aporten más felicidad que angustia a nuestras vidas. Sin embargo, muchas parejas viven una situación totalmente opuesta.
“Parece que en todas partes, por desgracia vemos y oímos hablar de gente que es infeliz y está emocionalmente herida -generalmente de forma severa- en su afán de sentirse amado”, señala Jeffrey Bernstein, un experimentado psicólogo estadounidense y especialista en terapia de parejas.
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El experto escribió una columna en el portal especializado Psychology Today, donde expone las 3 principales señales de que -a su juicio- una relación se ha vuelto tóxica.
1. La crítica y el desprecio
Bernstein explica que la crítica y el desprecio son altamente destructivas en las relaciones amorosas. Esto se manifiesta cuando alguien se burla o critica a su pareja en público o actuando como si fuera superior, lanzando comentarios sarcásticos y humillantes. Esta situación, dice el experto es altamente desmoralizante y poco saludable para cualquier relación.
2. Conducta evasiva
Si tu pareja no te habla o te priva de afecto, y se queja de que eres asfixiante, o se niega a asistir a terapia o buscar una forma saludable de solucionar sus problemas, puede que estés en una relación tóxica. “La evasión es una forma pasiva-agresiva de toxicidad en una relación y suele empeorar progresivamente con el tiempo”, dice el especialista.
3. Te sientes perdido en la energía negativa
Puede que necesites ayuda si: Te sientes cada vez más angustiado y atormentado por la relación; crees que los momentos en que te conectas positivamente con tu pareja son en vano y no puedes evitar que te consuma la energía negativa; y te parece que los cambios positivos que se prometen entre sí son insostenibles.
En estos casos, Jeffrey dice que no necesariamente significa que tienes que “tirar la toalla”, ya que puedes trabajar en conjunto con tu pareja para superar el problema. Pero si la situación se vuelve insostenible y una de las partes no está dispuesta a dar lo mejor de sí, tal vez la solución es dar un paso al costado.
“Reconocer los signos persistentes de una relación tóxica te puede empoderar a salir de ella. Por encima de todo, conoce tu valor. La prolongación de la agonía de una situación verdaderamente tóxica tendrá efectos perjudiciales sobre ti y tu pareja. Si es posible, acude a un consejero calificado antes de tomar decisiones importantes. Incluso si decides terminar, es importante aprender tu papel en la relación tóxica, para no repetir los mismos errores”, puntualiza el experto.