Naciones Unidas advirtió el martes a España que la propuesta de expulsar masivamente a los inmigrantes ilegales que saltan las vallas fronterizas podría acabar en una violación del derecho internacional.
“El Acnur (el Alto Comisionado para los Refugiados) está preocupado por una propuesta de España para legalizar el retorno automático de personas que intentan saltar las vallas fronterizas en sus enclaves de Ceuta y Melilla”, indicó el portavoz del organismo, William Spindler.
El portavoz explicó a los reporteros que el Acnur entiende la “complejidad” de la gestión de la frontera en los dos enclaves españoles en territorio marroquí. Pero una expulsión instantánea, sin derecho a apelación, podría violar la Convención de los Refugiados de 1951, que protege a los que huyen de sus países, recordó.
“El Acnur resalta la importancia de permitir el acceso al territorio para buscar protección internacional” indicó.
Las dos ciudades españolas, las únicas fronteras terrestres entre la Unión Europea y África, sufren desde 2013 un aumentó drástico de los “saltos” de decenas, en ocasiones centenares de indocumentados provenientes de toda África y de países de Oriente Medio.
El gobierno español anunció la semana pasada su intención de apoyar una propuesta de enmienda parlamentaria a la Ley de Seguridad Ciudadana para autorizar a la policía las “devoluciones en caliente”, sin la posibilidad de una asistencia para determinar sus derechos de asilo.
Spindler dijo que aproximadamente dos tercios de los que intentan cruzar el triple vallado, de hasta siete metros de altura, provienen de países que sufren conflictos violentos, incluida Siria, República Central Africana y Malí.
Unas 4.200 personas entraron en España mediante esos “saltos”, o por mar, indicó. “En los que va de año han llegado unas 5.000 personas, incluidas 2.000 que huyeron del conflicto en Siria, el 70% de los cuales mujeres y niños” añadió.
La agencia de la ONU también está preocupada por los métodos que a veces se utilizan para impedir que los ilegales consigan poner un pie en territorio español.
“El Acnur pide a las autoridades españolas que no se utilice la violencia en las fronteras españolas” y que se aplique escrupulosamente “la protección de los derechos humanos y los refugiados”, dijo Spindler.
A principios de mes un grupo local de protección de los derechos humanos grabó a agentes policiales cuando golpeaban a un migrante cuando estaba en la valla y luego lo trasladaban aparentemente inconsciente al lado marroquí.
El gobierno español considera que los inmigrantes que son interceptados cuando suben a la valla no han llegado al territorio español.