Un hombre mató el viernes de tarde en California a dos policías, y tras varias horas a la fuga fue finalmente detenido por las autoridades.
A las 10:30 locales de la mañana, un miembro de la oficina del sheriff se interesó en un vehículo sospechoso estacionado en el estacionamiento de un hotel en Sacramento, la capital del estado de California, al oeste de EEUU.
Cuando se acercó al automóvil, el conductor le disparó y lo hirió en la parte superior del torso, explicó a la AFP el teniente Robert Davis, de la oficina del sheriff.
El oficial, Danny Oliver, murió horas después. Hacía quince años que trabajaba en la Policía, estaba casado y tenía dos hijas.
El sospechoso huyó en compañía de una mujer que también estaba en el vehículo. Poco después, el fugitivo robó otro coche y le disparó a la conductora que se resistió. No se conocía en lo inmediato la entidad de las heridas recibidas.
El hombre robó luego un tercer vehículo, pero esta vez sin herir al conductor.
Otros dos policías que lo persiguieron también recibieron balazos, uno de ellos murió, informaron las autoridades a medios locales.
La mujer fue detenida y según la portavoz de la policía, Dena Erwin, el sospechoso está ahora bajo custodia. Medios locales lo identificaron como Marcelo Marquez.