La muerte de un soldado canadiense atropellado por un joven, enfrentó a Canadá al espectro de la violencia islamista, justo cuando Ottawa inició este martes el despliegue de aviones para sumarse a los bombardeaos contra el grupo Estado Islámico.
En conferencia de prensa, el ministro de Seguridad Pública canadiense, Steven Blaney, sostuvo que el ataque estaba “claramente vinculado a la ideología terrorista”.
“Este es un terrible acto de violencia contra nuestro país, contra nuestras fuerzas armadas, contra nuestros valores”, acotó Blaney.
El nivel de alerta sobre acciones terroristas fue elevado “de bajo a medio”, informó en la noche del martes el portavoz de Blaney, Jean-Christophe de Le Rue.
El atentado fue realizado por un joven de 25 años que según las autoridades canadienses se había “radicalizado”.
El agresor fue ultimado por la policía el lunes después de atropellar a dos soldados en un supermercado en Quebec, un tipo de acción que había sido alentada en una propaganda del grupo Estado Islámico (EI) difundida el mes pasado.
El individuo lanzó su auto contra los soldados en el estacionamiento de un supermercado de la ciudad de Saint-Jean sur Richilieu de Québec (a 40km de Montreal) y emprendió luego la huida.
A pocos kilómetros perdió el control de su coche y cayó a una cuneta. Los uniformados dispararon varias veces contra el sospechoso.
La Real Policía Montada de Canadá (RPMC), por su parte, afirmó que el sospechoso “era conocido” por la fuerza de tareas anti-terrorista del Estado.
La Policía señaló que el sospechoso había sido blanco de las pesquisas de autoridades federales.
“Algunos elementos, incluido su sitio en Facebook, indicaban que se había radicalizado y planeaba abandonar el país para combatir en favor de su ideología”, dijo Martine Fontaine, comisaria de la policía federal canadiense (RPMC).
En julio, los investigadores lo interrogaron en el aeropuerto “cuando estaba a punto de partir” hacia Turquía y le “retiraron su pasaporte”, agregó Fontaine.
Turquía sirve de puerta de entrada hacia Siria e Irak para muchos candidatos a integrar las filas yihadistas, pero ante la falta de pruebas para acusarlo de intentar realizar actividades terroristas, las autoridades lo dejaron en libertad.
El motivo del ataque a los soldados está siendo investigado. La policía dijo que el sospechoso pudo haber acechado a sus víctimas, al señalar que estuvo sentado en su coche en el estacionamiento por más de dos horas.
El mes pasado, el portavoz del grupo Estado Islámico, Abu Mohammed Al Adnani exhortó a sus partidarios que viven en países miembro de la coalición internacional en su contra, lo cual incluye a Canadá, a lanzar ataques espontáneos contra sus compatriotas no musulmanes.
“Si se puede matar a un estadounidense o europeo infiel -especialmente a los rencorosos y viles franceses- o un australiano o un canadiense o cualquier otro no creyente (…) incluidos los ciudadanos de los países que entraron en una coalición contra el Estado islámico, entonces confía en Alá y mátalo”, dijo.
“Aplasta su cabeza con una piedra, o sacrifícalo con un cuchillo, o atropéllalo con tu coche”, indicó.
El hecho se produjo en momentos en que seis aviones de combate canadienses despegaron el martes de su base en Cold Lake, Alberta en dirección a Kuwait, donde se unirán a la coalición liderada por Estados Unidos para enfrentar al grupo EI en Irak y Siria.
Las potencias occidentales temen que el EI pueda llevar sus acciones más allá, aunque su principal preocupación es por los combatientes extranjeros que se sumaron a sus filas en Irak y Siria y que pueden volver a casa, llevando consigo el radicalismo del grupo.