Las madres de los pasajeros desaparecidos en el vuelo del Cessna 172, que despegó desde isla Mocha a Tirúa, a inicios de octubre del año pasado, invitaron a la comunidad a concurrir a la ceremonia recordatoria de la tragedia que se cumplirá el próximo domingo en el aeródromo de Tirúa.
Tanto Cecilia Espinoza, como Gladys Zúñiga y Cecilia Sufray, viven una semana especial, ya que dentro de una semana se conmemorará un año de la desaparición del Cessna 172 con sus cinco ocupantes.
Para el domingo venidero, han preparado una ceremonia recordatoria, que incluirá una misa, discursos de cercanos a los desaparecidos y también la instalación de una placa recordatoria, expuso Gladys Zúñiga, madre de Erik Arriagada, de 26 años.
Para las mujeres el tema es profundamente doloroso, pero unidas se mantienen fuertes.
Desde ese perspectiva, Cecilia Sufray, madre de Leslie Roa, comentó algunos aspectos del informe de la Dirección General de Aeronáutica Civil, que La Radio dio a conocer el sábado recién pasado.
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El documento expone que la causa de la desaparición es indeterminada, pero da cuenta de varios factores que pudieron afectar una adecuada reacción en caso de emergencia, como el sobrepeso del avión, una menor cantidad de combustible al indicado. Por eso no descartan presentar acciones legales.
En tanto, Cecilia Espinoza, que perdió a su esposo Jorge Luengo Suazo, de 53 años; y a su hijo Jorge Luengo Espinoza, quien el sábado recién pasado hubiese cumplido 29, apuntó a las dificultades que han tenido para obtener el certificado de muerte presunta por parte de tribunales, postergando numerosos trámites pendientes.
El monomotor despegó a las 14.35 horas del domingo 6 de octubre del año pasado, desde el aeródromo Punta El Saco de isla Mocha, hacia el aeródromo Lequecahue de Tirúa, un trayecto de 36 kilómetros que no debió demorar más de 15 minutos, cuando por razones que se desconocen el avión desapareció.