El Juzgado de Familia de Santiago dictó una inédita medida precautoria a favor de una estudiante de 17 años que fue agredida en razón de su orientación sexual por sus padres, determinando que la joven viva con su abuela hasta cumplir la mayoría de edad, informó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
El conflicto se originó el pasado 14 de septiembre cuando los padres descubrieron la orientación sexual de su hija. Las agresiones psicológicas se tradujeron en insultos verbales en razón de ello y el llamado a que se sometiera a tratamientos médicos para “mejorarse”. Acto seguido, la despojaron de su celular, de sus llaves, de conexión a internet, le impidieron contacto con cualquier otra persona, fuesen familiares o amigos, y la encerraron en su pieza, ubicada en el cuarto piso de un edificio.
“La abuela de la joven se contactó con nosotros, pidiendo ayuda. Estaba muy preocupada, pues sabía que los padres de la menor habían salido a trabajar, dejando encerrada a su nieta. Además, nadie le contestaba el teléfono. Por esa situación, la asesoramos y fuimos juntos al Juzgado de Familia”, explicó el activista del Movilh, Rolando Jiménez.
Añadió que “en el Juzgado originalmente la funcionaria de turno se negó a recibir la denuncia, recomendando a la abuela que esperara a que su nieta cumpliera 18 años. Eso la angustió más, por lo que exigí hablar con un superior y felizmente, luego de varias horas, el caso fue analizado por una jueza. En ese mismo momento logró corroborarse que era imposible contactarse con la menor y que sus padres no contestaban el teléfono”.
En la ocasión, el tribunal facultó a la abuela para llevar a la comisaría un documento donde se instruyó a carabineros a asistir al domicilio de la menor y a citar a la joven y a sus padres al juzgado. A la par, el tribunal envío los antecedentes al Ministerio Público ante la posibilidad de que se configurara el delito de secuestro por parte de los padres.
Finalmente, y tras escuchar a los padres y a la menor, el Juzgado determinó que la joven deberá permanecer con su abuela hasta cumplir los 18 años, tras lo cual ella decidirá con quien vivirá finalmente.
El Movilh “valoró el coraje y el amor de la abuela, que con su persistencia ha rescatado a su nieta de las agresiones y ha aceptado su orientación sexual, sin cuestionamientos. Esta mujer es un verdadero ejemplo, y ha desencadenado una medida inédita en tribunales”.
El organismo añadió que “este tipo de denuncias son habituales y casi siempre estamos con la manos atados, pues generalmente es todo el entorno familiar el que justifica la homofobia. Eso impide que las o los jóvenes decidan judicializar los casos, pues ven que su única salida es irse a un hogar de menores. En este caso, felizmente, hubo una abuela que puso por encima de cualquier prejuicio al amor”.
El Movilh apuntó que “a partir de este caso queda además claro que los tribunales de familia necesitan de capacitación sobre discriminación y diversidad sexual, pues de no haberse exigido con fuerza que el hecho fuese visto por un juez, la joven todavía estaría literalmente secuestrada por sus padres, hasta cumplir los 18 años, lo que es un riesgo excesivo e injustificado para la estabilidad física y emocional de cualquier persona”.
Puntualizó que “de todas formas aquí se sienta un importante precedente, que nos permitirá orientar de mejor manera a jóvenes que día a día sufren de la incomprensión y atropellos de sus propias familias sólo por tener una orientación sexual o identidad de género distinta a la mayoritaria. Aquí, por cierto, sigue siendo importante la mediación y la orientación para la familia, pero cuando ello no funciona, se deben judicializar los procesos”.