Para que un asado sea como “Dios manda” debe ir acompañado por un buen vino, sin embargo, el mercado ofrece una variedad tan amplia que resulta un poco complicado tener que elegir el adecuado.
Para ayudar en la solución a dicho problema, BíoBíoChile se comunicó con Juan Pablo Cintolesi, enólogo de la zonal de Cachapoal y miembro Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile, quien nos entregó algunas claves básicas para poder tomar la decisión correcta, incluso si no se cuenta con un gran presupuesto.
El primer consejo que nos entrega Cintolesi es que antes de hacer nuestra elección debemos tener claro qué tipo de comida es la que se preparará. ” El vino acompaña a la comida y no al revés. Puede ser uno o varios vinos que acompañen la entrada, plato de fondo o incluso el postre. Maridar bien, permite maximizar el disfrute”, señala, y aconseja también que si se va a comprar más de una botella, siempre es bueno “comprar vinos distintos para aprovechar de conocer y aprender más”.
Sin embargo, como durante las celebraciones de Fiestas Patrias la mayoría de los chilenos prefiere optar por la carne la recomendación del experto es asegurarse y quedarse con un vino tinto. “Como los Chilenos comemos muchas empanadas y asados definitivamente conviene comprar vino tinto. No recomiendo únicamente Cabernet Sauvignon para acompañar las carnes. Si la comida es especiada se puede experimentar con otras variedades como Carménère y Syrah“.
Esto se puede explicar debido a que la carne roja suele tener sabores fuertes debido a la grasa y los vinos tintos pueden resistir mejor la carga de sabores.
En nuestro país la variedad de vinos es muy amplia, lo que permite tener vinos de todos los precios. “En Chile resulta sumamente difícil encontrar un vino defectuoso incluso siendo el más barato del mercado“, explica el también experto en tecnología aplicada al vino.
“Los vinos en caja suelen ser de uvas de mesa o de viñedos más productivos lo que se correlaciona negativamente con la calidad. En todo caso, el manejo de vinos en caja en Chile va acompañado de un mayor nivel de azúcar residual (20-40 grs por litro) lo que los hace más fáciles de tomar que muchas veces los vinos corrientes en botella”, señala Cintolesi.
Sin embargo, siempre es bueno tener en cuenta la relación precio-calidad y la ocasión en que se usará, pues un vino excesivamente económico puede arruinar la ocasión, mientras que uno demasiado caro puede hacer lucir mal a una comida tan sencilla.
También es recomendable tener en cuenta el año de cosechado, según informa el sitio argentino Infobae, una alternativa acertada serían productos de tres o menos años, ya que son vinos jóvenes y listos para tomar.
Es muy importante también saber cuántas personas acudirán a la comida o asado, y cuántas toman vino, ya que esto permitirá saber cuántas botellas necesita o cajas necesita y por ende la variedad que podrá adquirir.
Teniendo todos estos datos en cuenta, el profesional nos entrega también 10 claves que nos permitirá elegir y disfrutar correctamente de un buen vino.
10 tips
1. Probar el vino antes: Para evaluar un vino resulta ventajoso hacerlo justo antes de almorzar o de cenar, con apetito. “Somos mejores evaluadores sensoriales (somos más sensibles) justo antes de comenzar a comer. Los enólogos generalmente trabajan en mezclas justo antes de irse a almorzar”.
2. Comprar vinos que no se hayan probado antes: “El vino es un producto heterogéneo y esto lo distingue por sobre todos los demás líquidos que pueden ir a la mesa”.3. Diversidad: “Al comprar más de una botella, procurar que sean distintas”.
4. Descorchar más de una botella para una misma comida: “Permite comparar un vino con el otro y aprender más de la experiencia. En general se abre la segunda botella cuando se acabó la primera”.
5. Probar vinos a distintas temperaturas: “En Chile se suele entibiar un vino antes de beberlo. Personalmente valoro en ocasiones los vinos que se toman fríos cuando hace calor o no quiero dormir siesta. A mayor temperatura aumenta la percepción de dulzor y disminuye la sensación de astringencia. Un vino frío da menos sueño”.
6. Copas adecuadas: “Comprar copas si no se tienen”. Los expertos se ha llegado a la conclusión que tanto los aromas como el paladar que percibimos de un mismo vino cambian en función de la forma de la copa en la que lo bebemos.
7. Conservar siempre los vinos acostados o cabeza abajo: Con el corcho mojado en definitiva. Si se seca el corcho puede entrar aire y el vino se avinagra a la larga.
8. Conservar correctamente: Si no se toma toda la botella conservar el vino en un recipiente más pequeño de vidrio será siempre la mejor opción. Recipiente lleno, sin aire, prolonga la vida del vino. Contar con botellas de vidrio más pequeñas es ideal.
9. Beneficios del vino: Tomar vino con las comidas más seguido. Prolonga la vida.
10. Tomar vinos caros no es imposible: Basta con organizarse. De una botella se pueden servir 12 copas. Una buena idea es organizar un asado en donde cada uno compre un vino “caro” (se ponen de acuerdo con el precio) y así se dan un banquete de vinos caros de varias procedencias.