El gobierno argentino denunció un “ataque especulativo” contra su moneda este miércoles luego de que el precio del dólar informal cerrara con un récord de 15,10 pesos, lo que constituye una brecha de más del 79% con la cotización oficial.
“Estamos en presencia de un ataque especulativo contra el peso. Hay una intención de generar pánico. Que la gente no se asuste porque lo que quieren es asustar”, afirmó el ministro de Economía, Axel Kicillof a Radio del Plata.
El ministro insistió en minimizar el peso de las transacciones ilegales y explicó que “el mercado oficial mueve por año 160.000 millones de dólares y estos mercados (marginales) obviamente son insignificantes”.
El precio del dólar negro viene escalando en las últimas semanas en el mercado negro y en la jornada cerró con un récord de 15,10 pesos, 40 centavos más que el martes, por una fuerte demanda, según diarios económicos.
En tanto, la pizarra oficial mostró un valor de la moneda que se depreció 0,12%, a 8,43 pesos por divisa, pero la brecha volvió a ampliarse a 79,1%.
En la entrevista radial, Kicillof sostuvo que “no hay razones ni financieras ni económicas para que el dólar tenga un valor de 15 pesos” y vinculó la situación con el conflicto que el país mantiene con los llamados “fondos buitres”.
“Esto está dentro de la estrategia que se plantearon los fondos buitres para condicionar a Argentina”, dijo el ministro, en relación al accionar de fondos especulativos que lograron un fallo en Nueva York que ordena el pago a su favor de USD 1.330 millones.
La justicia de EEUU, por pedido de los fondos NML Capital y Aurelius que ganaron el litigio, ordenó sin éxito numerosos embargos sobre bienes del Estado argentino, entre ellos un buque escuela de la Marina.
En ese marco, el juez neoyorquino Thomas Griesa ordenó el bloqueo en el Bank of New York de un depósito de 539 millones de dólares del gobierno argentino, destinado al pago de los tenedores de bonos que ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 y que involucran el 92,4% de los acreedores.
“El plan (de los fondos buitres) consiste en el ataque a la moneda, ataque a la Presidenta (Cristina Kirchner), bloquear el acceso al financiamiento de la Argentina, para esperar el recambio de gobierno en 2016″, se explayó Kicillof.
Consideró además que no es casual que “justo dos días después de las declaraciones de (el encargado de negocios de la embajada de EEUU, Kevin) Sullivan, vemos esto con el dólar”.
Sullivan, actualmente máxima autoridad de la representación diplomática, había dicho que “es importante que Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento y atraer la inversión que necesita”, según publicó el lunes el diario Clarín.
A raíz de estos dichos, el funcionario de la Casa Blanca fue convocado el martes por la Cancillería argentina, para transmitirle el “profundo malestar” por la injerencia en asuntos internos del país y amenazarlo con sanciones.
Por otro lado, el ministro también involucró al ex secretario de Comercio de Washington Carlos Gutiérrez en la maniobra: “Carlos Gutierrez vino a hablar (en agosto con el gobierno) para buscar una solución y luego nos enteramos que terminó siendo empleado de los buitres”.
La moneda norteamericana se ha convertido en refugio de inversionistas frente al conflicto judicial en Nueva York.
Los analistas consideran que está pesando en la decisión de los inversionistas las presiones de industriales, financistas y exportadores para que el gobierno convalide una nueva devaluación.
Bajo presión de los mercados, el gobierno tuvo que aceptar una corrección cambiaria de 18% en enero para frenar la caída de reservas monetarias del Banco Central.
La depreciación, sin embargo, impulsó la inflación hasta un nivel cercano al 40% anual, según los últimos informes de consultoras privadas, y la economía sufrió un duro freno que la hundió en una tónica recesiva sin señales de que se revierta.